Mosquetero de Sampaoli se marchó del país para no regresar nunca más
Juan Manuel Lillo, asesor de las selecciones juveniles de Chile, dejó tierras nacionales, luego de que la Anfp le negara la posibilidad de ser ayudante técnico del casildense.
Un nuevo problema sumó la ANFP para retener a Jorge Sampaoli, luego de la partida del país de Juan Manuel Lillo, asesor de las selecciones juveniles de Chile. El español no habría tomado de buena forma que desde Quilín le negaran la posibilidad de asumir como ayudante técnico del casildense.
Tras la salida de Sebastián Beccacece para asumir en Universidad de Chile, el técnico de la "Roja" perfiló a Lillo como parte de su staff, pero desde la directiva encabezada por Arturo Salah le habrían bajado el pulgar a que finalmente eso se concretara. Según informó Canal 13, esto habría llevado a que el hispano decidiera poner rumbo fuera del país, y sin intenciones de retonar.
El otrora entrenador de Almeria, Zaragoza y Tenerife arribó en septiembre pasado para realizar un trabajo durante tres meses con las distintos equipos menores de la "Roja". Su labor consistía en apoyar a los directores técnicos de la sub 15, 17 y 20, algo que realizó en el complejo Fernando Riera y en las canchas de Quilín.
Lillo es conocido como uno de los mentores de Josep Guardiola, quien fue su dirigido en Dorados de Sinaloa, época desde la cual es constante fuente de referencias para Pep.
Filosofía común
Hoy se realizará la ceremonia de premiación de los mejores de la Fifa y Sampaoli viajó por su nominación al premio por el mejor entrenador junto a Luis Enrique y Guardiola.
Una voz autorizada para perfilar a cada uno de los nominados, es precisamente Juan Manuel Lillo, quien conoce a todos los candidatos de manera detallada.
"Hay un patrón común. Los tres gustan de jugar en el suelo, más que en el aire. Creen que tener la pelota y que el equipo se maneje en un espacio reducido permite un orden y una estabilidad para que los partidos se den como los diseñaron de antemano".Y aunque los títulos han floreado generosamente a este trío en el año recién finalizado, para Lillo, los éxitos no fueron el aporte más grande de estos técnicos al mundo.