Privado de libertad sacó 600 en la PSU y quiere ser veterinario
Juan Carlos Araya dedicó su tiempo libre en la cárcel a los estudios para lograr cumplir sus sueños.
Con la idea de aprovechar el tiempo libre en el Complejo Penitenciario de Valparaíso en algo productivo, y que le ayudara a tomar un nuevo rumbo en su vida, Juan Carlos Araya, de 44 años, se metió de cabeza en los libros y el estudio.
Primero, se dispuso a terminar su enseñanza media, que por razones de fuerza mayor se vio obligado a dejar inconclusa hasta Primer Año Medio.
Luego, se dio cuenta que tenía capacidades suficientes para optar a estudios superiores. Y así, se abrió una luz de esperanza para mejorar y lograr cumplir los sueños que se vieron apagados por la falta de oportunidades y la delincuencia.
"Quiero tratar de ser otra persona en la vida, ya que cometí un error, y ahora estoy tratando de superarme. Acá tengo el apoyo de la jefatura de Gendarmería y el jefe del módulo 103, para salir adelante con mis estudios y trabajo", asegura Juan Carlos. Y agrega que "para todos los años que no estuve estudiando, siento que no me fue tan difícil. Ahora a mis años, uno se toma las cosas con mayor responsabilidad, además los profesores del politécnico me trajeron unos facsímiles de la PSU y así empecé a prepararme".
Según este "mateo" interno, en un comienzo no se tenía mucha fe, pero después le agarró el gusto de aprender y se entusiasmó bastante. Y su esfuerzo valió la pena, ya que logró ponderar 600 puntos en la Prueba de Selección Universitaria.
Veterinario
Juan Carlos dice sentir gran pasión la hípica, además, trabajó en el Sporting de Viña como cuidador de caballos antes de "los problemas" que hoy lo mantienen privado de libertad.
"Es la pasión de mi vida por eso quiero que se me abran las puertas, y me gustaría estudiar veterinaria para poder tratarlos desde un ámbito más profesional, porque yo aprendí bastante como cuidador, pero no tengo los conocimientos de libros. Postulé, pero quedé en Santiago, y como estoy en un proceso carcelario es difícil, ojalá se me de la oportunidad acá en la región y alguna universidad o instituto me de la oportunidad de estudiar gratis". Su mujer, Janira Galleguillos y sus hijos son su motor, y agradece el apoyo de Dios y la familia. Además, dice que afuera hay gente que le dará una mano para ejercer como el preparador Luis Machulás y el médico veterinario Pablo Salah, a quienes recuerda con respeto.
12 Establecimientos educacionales funcionan al interior de las distintas Unidades Penitenciarias de la región.