Erika Rojas Salazar
Ya está habituado a las cámaras y entrevistas, pero este año cambió sus vacaciones por acompañar a su amada esposa, la flamante candidata a reina Vanesa Borghi.
Danilo Sturiza, 41 años, es ingeniero civil industrial y hace 4 años se convirtió en el marido de esta famosa modelo y animadora fanática de Colo Colo. Por estos días Danilo dejó su labor de funcionario público y es casi el chaperón de Vanesa en Viña.
-¿Acompañar a Vanesa a un desfile o en su candidatura a reina, es muy distinto?
-Sí y no. Ya estoy acostumbrado a que cuando vamos al estadio a ver a Colo Colo le piden muchas fotos y la gente es muy cercana con ella. Quizás lo distinto de esta etapa es que con los periodistas regularmente trata por mail o teléfono. Nunca hay un cara a cara, entonces para ella tener contacto con la prensa, ver y conocer a los periodistas es algo que ha disfrutado.
-¿Cómo ha sido su agenda, muchas actividades, le has podido seguir el ritmo?
-Está con harta energía, pero su agenda es bien extensa y ha dormido entre 3 y 4 horas nada más. Tiene el matinal y actividades de la candidatura, entonces yo ayer no le pude seguir el ritmo y me fui a dormir siesta como 3 horas.
-¿Cómo coordinaste tus vacaciones laborales con el festival?
-Siempre estuvo planificada esta semana de vacaciones y cuando ella confirmó su candidatura yo le dije que la acompañaba feliz.
-¿Qué te parece la competencia que posee Vanesa?
-Todas tienen sus atributos, por algo los canales las propusieron. Cada una tiene su estilo propio y yo creo que la fortaleza y gracia de Vanesa es que el contacto que posee con la prensa lo tiene durante todo el año. No es algo puntual por la campaña.
-Fuiste testigo del momento en que decidió ser candidata ¿Le costó mucho?
-La verdad que no. Era un anhelo que ella tenía hace un par de años. Siempre quiso ser candidata a reina, desde que entró a Mega, pero no se había dado porque antes estuvo la Karen (Bejerano) y la Kathy (Salosny) y ahora le ofrecieron. Yo le decía que ya tenía un nombre y para qué se iba a exponer a una campaña que podía ser sucia o desgastante. Pero ella me dijo que siempre lo quiso hacer y estaba diespuesta a correr esos riesgos.