Feroz asalto armado en noche final del Festival
Cuando familia terminó de ver el evento una banda armada entró a su casa, los maniató e incluso amenazaron con secuestrar a un adolescente.
Un asalto de terror que incluyó amenazas de secuestro a un adolescente, sufrió ayer una familia porteña.
Pasadas las 03.30 horas de la madrugada el reggaetonero Don Omar cerraba la noche de clausura de una nueva versión del Festival de Viña del Mar. En una casa ubicada en la esquina de calle Platón con Santa Justina, en el cerro Larraín, una numerosa familia comentaba animadamente los detalles del show y de la última jornada del evento. El ambiente estaba caluroso, y como algunos fumaban, la puerta de la calle estaba abierta. Esta situación fue aprovechada por un grupo de antisociales.
Inmovilizados
Rodrigo Peña, contador de una caja de compensación, es el jefe de hogar y una de las víctimas del asalto. Señaló que cinco hampones, de entre 18 y 22 años, que vestían ropas oscuras y ocultaban sus rostros, entraron armados al inmueble, en que habían cinco adultos y dos menores. Todos provistos de armas de fuego cortas y uno con cuchillo. "Fuimos encañonados y a los dos varones adultos nos tiraron al suelo y nos maniataron con correas de cuero y prendas que cubrían sus caras", comentó. Mientras los hombres quedaron inmovilizados debajo de una mesa, a las mujeres las obligaron a despojarse de sus celulares, billetera, joyas y otros efectos personales, mientras los tipos recorrían la casa buscando pertenencias de valor. Se a apropiaron de dos televisores Led de 32 y 50 pulgadas, tablets, una consola Xbox y dinero en efectivo. Todo avaluado en cerca de 4 millones de pesos.
"uno se disculpó"
El momento más tenso de la jornada se vivió cuando uno de los tipos fue a la pieza donde estaba el hijo del jefe de hogar de 16 años, a quien amenazaron con un arma de fuego y con secuestrarlo. ¿Cuanto nos darían tus papás por ti si te llevamos?, le dijeron malévolamente, pero una vecina los increpó duramente y no siguieron con la amenaza. Más encima uno de los tipos tuvo la desfachatez de pedirles perdón por el delito. "El mas joven nos ofreció disculpas, que delinquían para poder comer", recordó el profesional, que junto a su familia siguen traumados con la dura experiencia.
Los ladrones cargaron las especies en un automóvil menor, al parecer un Opel Corsa, el que se les hizo pequeño, por lo que algunas cosas las abandonaron. Huyeron en dirección desconocida. La idea de los delincuentes era apropiarse de una camioneta de un vecino pero no lo consiguieron. Vecinos se mostraron inquietos por numerosos delitos que han afectado a peatones y residencias. Horas antes, al final de la calle Eloy Alfaro con La Palma en cerro Barón, una banda de falsos detectives llegó hasta una vivienda para sustraer especies de valor. Hubo disparos, pero no se informó de lesionados. La SIP de Carabineros indaga ambos casos.
Molestia por el procedimiento
Rodrigo Peña señala que Carabineros de la Tercera Comisaría Norte dio cuenta del delito al fiscal de turno, que solo dispuso acoger la denuncia, sin que un laboratorio de las policías fuera a su hogar a pesquisar evidencias. "Los tipos andaban sin guantes y tomaron varias de nuestras cosas, así que se pudo obtener huellas para identificarlos. Si hubieramos sido de una familia connotada, con apellido...el fiscal habría venido hasta mi casa. Estuvimos secuestrados en nuestra hogar un buen rato. Está claro que la justicia no es igual para todos", reflexionó el contador Rodrigo Peña.