Carolina Yrarrázaval llega a Arte textil en Casaplan
La exposición reúne unas 20 obras de la artista y estará abierta entre el 5 y 31 de marzo.
Entre el 5 y 31 de marzo, se podrá visitar en el centro cultural Casaplan de Valparaíso, la exposición Arte textil en Casaplan, que reúne cerca de veinte obras de la artista Carolina Yrarrázaval, muchas de las cuales formaron parte de la muestra Formas, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), premiada por el Círculo de Críticos de Arte como la mejor exposición nacional de artes visuales en 2013.
Esta exposición, que a fin de año llegará a la IV Región para mostrarse en el Bodegón Cultural de Los Vilos, incorpora además el trabajo más reciente de la artista, representada hace seis años por la galería Browngrotta de Nueva York, donde dos de sus tapices fueron seleccionados el año pasado para ser parte de una muestra internacional con artistas de la talla de Sheila Hicks y Leonor Towney, entre otros.
Casaplan es una casona centenaria ubicada en un sector céntrico de Valparaíso cuya gestora, la grabadora Javiera Moreira, restauró y convirtió en centro cultural. Desde mediados de 2015 funciona como un espacio de creación y producción cultural recibiendo la obra de destacados artistas.
"Desde hace algún tiempo ha ido creciendo en mí un interés por los vestuarios tradicionales de diversas culturas. Vestuarios en donde el modo y las oportunidades en que son usados buscan embellecer y expresar; otorgando una especial dignidad al ser humano que envuelven", explica la artista.
La labor de un artista es la creación y Carolina Yrarrázaval eligió, para plasmar su especial y sobrio sentido del arte de la imagen, el arte textil. En sus trabajos abstractos pinta, teje, fondos e imágenes, crea texturas, pequeños saltos que unen campos, creando la latencia de una envolvente y mórbida sensualidad.
En sus obras, exentas de toda exteriorización pueril, utiliza materiales siempre naturales de origen vegetal como el lino, yute y seda, los que combina con meticuloso ascetismo y el más exquisito buen gusto.
En sus tapices se encuentra la pincelada, la puntada de su tejido que evoca las profundidades más oscuras y reflejan la luz con la sutileza necesaria para no perturbar la mirada.