Sección Cronica - La Estrella de Valparaíso.
Funcionarios de la Armada figuran entre los más perjudicados en la zona por la multimillonaria estafa de AC Inversions.
Sólo ayer en la mañana, una cincuentena de ciudadanos afectados por la quiebra de la firma llegaron hasta el cuartel San Francisco de la PDI para efectuar sus denuncias. Había personas que vendieron inmuebles para invertir 20 o 30 millones de pesos, pero también llegaron aquellos que apostaron entre 100 y 400 millones, y hasta una familia que puso 1.200 millones de pesos. Hay afectados profesionales de diversas áreas y empresas, pero llamó la atención la presencia de varios uniformados. Fuentes de la investigación indicaron que hasta ahora cerca de 80 denuncias corresponden a funcionarios de la Armada. Trascendió que a fines del año pasado, la esposa de un alto integrante de la intitución uniformada, que trabajaba para la cuestionada firma, convenció a decenas de empleados públicos -en su mayoría oficiales- para que invirtieran con la promesa de que tendrían una alta rentabilidad. Hubo ganancias por un tiempo hasta que el castillo de naipes se derrumbó.
Otro dato interesante es que así como los marinos se sumaban a AC Inversiones, en la misma época decenas de funcionarios del Ejército retiraron sus fondos y se salvaron de la hecatombe. También se supo que la semana pasada Patricio Santos, uno de los detenidos y cabecilla de la empresa, estuvo en el Casino Enjoy de Viña del Mar dando una charla sobre las bondades de invertir en el negocio. La policía instó a los perjudicados a que si concurren al cuartel policial a denunciar, lo hagan llevando toda la documentación, como el compromiso de inversiones (formulario rosado), contrato con la empresa y los depósitos y otros documentos que acreditan rentabilidad. Algunos afectados ayer fueron devueltos por no tener todos los papeles.
Otra víctima
María Antonieta Chaparro, de Quilpué, también fue víctima de la mega estafa de AC Inversiones. En su caso, la pérdida de la inversión realizada es cercana a los 150 millones de pesos.
A pesar del mal rato y las angustias que está atravesando, amablemente se dio el tiempo de conversar con La Estrella. En primera instancia, dice que está convencida de que los trabajadores de la empresa también fueron engañados.
"Yo supe lo de la estafa a través de una ejecutiva que me mandó un mensaje por WhatsApp, que estaba en estado de shock porque les habían cerrado la oficina y les habían mandado un correo avisándoles que estaban todos despedidos", cuenta.
Desde octubre de 2014, la afectada trataba directamente con una ejecutiva de la oficina de Santiago. "Venía a mi casa. Y en otras ocasiones yo le mandaba imágenes de los depósitos de los bancos. Y me enviaban el contrato por correo", relata Chaparro.
"siempre cumplían"
A la vez, reconoce que llegó a la compañía AC Inversiones por el dato de un conocido, quien llevaba años invirtiendo y también fue víctima del fraude.
"Cayeron parientes y conocidos míos. Todos caímos por la misma tónica, porque a todos les iba bien. Y yo daba fe de ello, porque me cumplieron hasta el penúltimo pago", afirma María Antonieta.
Y agrega: "En lo personal, transparenté en los bancos desde donde adquirí los préstamos, para qué iba a utilizar el dinero. Y nadie sospechó nada extraño. La compañía nunca fue fiscalizada ni cuestionada. Por eso, comencé invirtiendo una suma de 75 millones, y llegué a los 144 millones de pesos", asegura.
Préstamos y deudas
Resignada ante el engaño, María Antonieta, quien se encuentra sumida en una profunda depresión y crisis familiar, dice que ahora tendrá que buscar la forma de vender una propiedad para poder pagar la deuda que tiene con el banco que le prestó el dinero para invertir en la cuestionada compañía.
"Ojalá que demostrando este drama y pueda ser que por los niveles de endeudamiento que muchos tenemos, los bancos formales no sean tan lapidarios. Eso ayudaría muchísimo, porque hay mucha gente que quiere pagar, pero no va a poder", subraya.
También lamenta que "en casos similares de fraudes o estafas masivas, las personas afectadas nunca se han visto indemnizadas. Es un cuento de nunca acabar. Y y no tengo la menor duda de que no va a pasar absolutamente nada con los afectados. Y con los responsables, con suerte, tendrán firma mensual o un par de meses en el cárcel. Pero eso no va a solucionar en nada el problema de fondo".