No abortemos la esperanza

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Cuando la tristeza embarga, ni siquiera hay espacio para la rabia e impotencia; no denostaré ni juzgaré a nadie pro-aborto, sólo quiero acortarles que ustedes sí tuvieron la oportunidad de nacer. Gracias a mis padres por darme esa oportunidad y gracias a las millones de madres heroicas que lucharon ante la adversidad, mujeres valientes y orgullosas. Muchas gracias.

El Senado tiene la palabra.

Francisco Damiano.