Millonarias estafas hizo en la zona un técnico en construcción
Pedía adelantos en dinero de obras contratadas, las que luego abandonaba y huía con la plata. Hay ocho víctimas que perdieron unos $50 millones. Hasta timó a un amigo. "Fue nombrado en En su Propia Trampa", dijo el afectado. Quedó libre.
Un imputado de millonarias estafas, que jugó con la ilusión de varias familias de la zona y de otras partes del país que anhelaban tener una mejor calidad de vida, fue arrestado ayer por la PDI y quedó a disposición de la justicia.
El caso fue indagado por la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de Valparaíso. La jefa de la unidad, comisario Silvia Barra, señaló que llevaban meses tras la pista del técnico en construcción J.P.M., de 44 años. El sujeto, junto a un socio, montó una empresa constructora que era publicita da en una página web y en redes sociales, además con entrega de volantes en la calle. Ofrecían sus servicios consistentes en ampliaciones de casas, armado de estructuras metálicas, construcciones de viviendas e incluso de carros de arrastre, entre otras. Una vez que el tipo era contactado por los clientes y llegaban a un acuerdo respecto del presupuesto, si el cliente accedía a efectuar la obra de inmediato le solicitaba un adelanto del dinero estipulado para el trabajo, destinado para la compra de materiales. Efectivamente comenzaba la construcción y a los pocos días que avanzaban las tareas, solicitaba al cliente el resto de la plata acordada para la entrega final. Una vez que la recibía el estafador literalmente se hacía humo sin continuar con las faenas, no contestaba el teléfono ni tampoco era ubicable en su domicilio. Desafortunadamente las víctimas no efectuaron contrato alguno, sólo acuerdo de palabra.
Desde el año pasado hasta la fecha el timador acumula ocho denuncias de afectados por sus ilícitoss. Las dos últimas que indaga la Bridec se interpusieron hace menos de un mes y corresponden a ex funcionarios de la Armada, que le entregaron 9 y 6 millones de pesos para levantar una casa en Viña del Mar y otra de descanso en Los Vilos. Otros perjudicados son de Santiago, Valparaíso y el interior de la V Región. "Se logró establecer de forma fehaciente su participación en el delito de estafa y se gestionaron dos órdenes de aprehensión en su contra", comentó la comisario Barra, que sostuvo el monto total de lo defraudado a las ocho víctimas fluctúa entre los 40 y 50 millones de pesos. La oficial recordó que el año 2012 el mismo individuo fue arrestado por otra unidad de la PDI, también por el delito de estafa y con el mismo modus operandi.
De acuerdo a la PDI, tras saber que era buscado por la justicia, el técnico en construcción cambió constantemente de domicilio, pero la Bridec montó un punto fijo en el hogar de familia en Curuma, donde ayer de madrugada se concretó el arresto. El técnico se acogió a su derecho de guardar silencio y no quiso declarar con la policía ni menos confesar su autoría en los hechos. La Bridec indaga si su socio está involucrado en los delitos.
Estafó a su amigo
Uno de los afectados por estafa fue el joven comerciante Pablo Cáceres, de 29 años, dueño de una óptica en el plan porteño. Recuerda que conoció al antisocial hace un par de años, cuando llegó a vivir a su lado en Curauma. Ahí entablaron una amistad. "Éramos de compartir en asados y mis dos hijos jugaban con los dos suyos", recuerda.
Allí se enteró que se dedicaba a la construcción, y Pablo le contó su intención de tener una consulta móvil para exámenes a la vista. El vecino le respondió que podría construirle un par de carros de arrastre "al costo", por poco más de tres millones de pesos. A Pablo le pareció conveniente y accedió entusiasmado. En el lapso de un mes, sin contrato de por medio y confiado en la amistad, el joven le entregó la suma completa de dinero, tanto en efectivo como a través de transferencias electrónicas. En el intertanto su "amigo" le mostraba fotos de los supuestos carros, porque nunca consintió en que viera en directo los vehículos.
Con el paso de las semanas y al no tener respuesta Pablo y su cercanos "googlearon" el nombre de su vecino y confirmaron sus sospechas. "Tenía un historial de más de 40 causas de estafas similares en distintas partes. Incluso salió nombrado en el programa de televisión En su propia Trampa", comentó. Al saberse engañado Pablo lo encaró y lo denunció. Lejos de amilanarse, el individuo respondió con amenazas y actos de matonaje en su contra y sus seres queridos. "Se dedica a estafar a la gente. Confié en el porque éramos amigos y da lata que se siga dedicando a eso. Sería ideal que pague con cárcel por un buen tiempo y no siga estafando a las personas", enfatiza Pablo Cáceres, que ve complicado recuperar algo del dinero perdido a manos del que consideraba su amigo.