Priscilla Barrera Ll.

Sólo en los últimos 3 años el supermercado YoYo de Canal Beagle ha sido asaltado y robado en más de 10 ocasiones. Sus dueños han reforzado las puertas de acceso, han puesto barrotes, candados, pero parece que ya nada es suficiente. Ayer en la mañana, la encargada del local llegó a primera hora de la mañana y volvió a encontrarse con una escena lamentablemente familiar: candados rotos, puertas descerrajadas y un desorden generalizado.

A la hora del recuento, un saldo nuevamente negativo para sus dueños: cartones de cigarrillos, varias botellas de licor y dinero fueron parte del botín del que se hicieron los antisociales que nuevamente, en menos de un año, volvieron a ingresar al local que cuenta con más de 20 años de historia en el barrio.

Bajar la cortina

Sus dueños ya no saben qué hacer. Incluso han llegado a pensar en la idea de cerrar, pero se niegan a la idea de ceder ante la delincuencia.

"He pensado en cerrar, justamente hice el comentario después de la última vez que no fue hace tanto tampoco. Dije 'una más y cierro' porque ya no puedo más, ya no puedo arribar. Uno trabaja con sus propios recursos. Todo se va reinvirtiendo, hay que responderle a los trabajadores...pero el tema es de qué vive uno", manifestó una de las dueñas.

Por lo mismo, reconocen estar cansados y sentirse impotentes frente a una situación que advierten como desatada y totalmente fuera de control.

"Llevamos más de 20 años de funcionamiento. Se ha disparado la delincuencia en los últimos 5 años. Esta cuestión aquí está desatada. Aquí tienes narcotraficantes, tienes drogas, tienes clandestinos, tienes de todo y nadie hace nada. Aquí llegan autos a traficar. Los cabros chicos traficando en la plaza. Esta es tierra de nadie, el far west", comenta uno de los dueños que pide expresamente no ser identificado.

Generalizado

Pero el robo al supermercado "YoYo" no es un hecho aislado. Así lo confirman locatarios del mismo sector, quienes coinciden en que la situación es preocupante en materia de seguridad y que lo peor es que la delincuencia no es externa sino que se encuentra al interior del mismo barrio.

"Aquí ya se perdió el respeto por todo, asaltan a las personas de edad, se meten a las casa con gente en su interior, trafican en la plaza a vista y paciencia de todo el mundo, y nadie hace nada", manifestó otro locatario que por temor prefirió no ser identificado.

Claudio Febre, otro comerciante del sector coincidió en que la seguridad en el barrio ha decaído fuertemente con los años y que las medidas que se han implementado no tienen el efecto deseado.

"Malazo, la seguridad acá está pésima, sobre todo en la noche, son varios los robos que ha habido acá. Hace como un año se entraron a robar. Robaron cigarrillos. Parece que es gente de aquí mismo", precisó.

Febre criticó al igual que el resto de los comerciantes la utilidad de una cámara de vigilancia ubicada fuera del radio del área comercial.

"Esa cámara para este sector no sirve y aquí está el foco", planteó el comerciante.

Para Edith, dueña del kiosco de diarios del sector, la raíz de todo está en la falta de educación y de valores en los jóvenes.

"A mí no me pueden decir que se trata de gente de afuera. Son muchachos de acá. 23 años que tengo el kiosco. Hay mucha delincuencia, el respeto va en el hogar no en el colegio, los padres hoy día son muy débiles y prefieren que los niños o estén conectados todo el día a una máquina o que salgan a la calle sin ningún control. Eso no puede ser", cuestionó la mujer.