Somos estudiantes de la Universidad de Valparaíso de área de postgrado y se nos ha encomendado dar a conocer una problemática sufrida en el envejecimiento. Con el transcurso de tiempo sufrimos transformaciones asociadas a la edad. Dentro de este proceso de envejecimiento se incluye la sexualidad. Si bien es cierto que el cuerpo sufre cambios con el paso de los años, no es correcto aseverar que los adultos mayores pierden el deseo sexual. De hecho, la sexualidad humana no tiene edad, nacemos con esta una necesidad afectiva la cual perdurará hasta la muerte, pues la sexualidad humana es una necesidad y un derecho básico para garantizar la salud y calidad de vida. Sin embargo aún rondan muchos mitos sobre la sexualidad en los adultos mayores situándolo como un tema tabú para la sociedad actual, olvidándose que las necesidades sexuales y afectivas de las personas mayores van mucho más allá de la mera finalidad reproductiva a través del coito. De hecho, Maslow ya hacia el año 1954 define el concepto de salud sexual geriátrica como la expresión psicológica de emociones y compromiso que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros, en una relación de confianza, amor, compartir y placer, con o sin coito. A causa de éstas inseguridades y miedos sobre la sexualidad en personas mayores generan prejuicios y desconocimiento sobre ésta temática. Es así como vemos que es escasa la prevención y oportuna consulta sobre problemáticas de índole sexual. Es por ello que nace la necesidad de que profesionales sociales y de salud propicien instancias de educación para las personas mayores a través de talleres y consejerías en salud sexual.
Stefani Alvarado, Massiel Araya y
Lucía Bustamante.