Fabián San Martín D.

Antisociales siguen usando como excusa el fútbol para sus oscuras intenciones de lucrar al margen de la ley.

Ejemplo de ello se vivió este fin de semana, con motivo de la disputa del partido entre Santiago Wanderers y la Universidad de Chile en el estadio Elías Figueroa Brander de Playa Ancha.

Mientras los hinchas del Decano seguían atentos el buen juego de su equipo -que a la postre sería un justo vencedor del cotejo- uno de ellos literalmente estaba en otra, generando desórdenes y ejerciendo una actividad ilícita.

Encaramado en la reja

Personal de Carabineros de la sección OS-9 monitoreaba las cámaras de seguridad y su atención se focalizó en la barra de "Los Panzer". Allí un sujeto con su torso desnudo y que cubría su rostro con una polera, se subió a una de las rejas perimetrales de protección al campo de fútbol, y comenzó a doblar en la parte superior las púas de seguridad, además de incentivar mediante gestos a otros barristas a seguir su mal ejemplo.

Minutos más tarde, la misma cámara lo captó cuando se introdujo en la barra y extraía desde la pretina de su pantalón envoltorios que entregaba a a algunos espectadores, previa recepción de dinero.

Vendía droga

Ante la sospecha de un delito de micro tráfico, el sujeto fue fiscalizado por los efectivos del OS-9, quienes le hallaron dinero de baja denominación (73.400 pesos) y cinco envoltorios contenedores de una sustancia vegetal que el análisis estableció se trataba de marihuana prensada.

Los uniformados identificaron al barrista como P.N.A.E., de 25 años, quien además registraba una orden de detención vigente emanada del juzgado de garantía de Valparaíso, por el delito de porte de arma corto punzante.

La fiscal de turno dispuso que el imputado fuera derivado al tribunal de garantía de calle Victoria , para ser formalizado por infraccionar la ley de violencia en los estadios y la ley 20.000, que sanciona el tráfico de drogas.

La Brigada Antinarcóticos de Valparaíso arrestó a un conocido microtraficante viñamarino, cuando se aprestaba a realizar una transacción de droga. Al momento de su aprehensión, el imputado G.F.L.B., de 30 años, portaba 15 ovoides contenedores de clorhidrato de cocaína, además de dinero en efectivo de las ventas de la sustancia ilícita. Tras la detención, los oficiales se trasladaron hasta el domicilio del antisocial en Viña del Mar Alto, donde se incautó más de un kilo de la misma droga y diversos elementos para la dosificación. Pasó al juzgado de garantía local.