Debutó nuevo tipo de asalto: "cogoteo a chorro" sufrió porteña
Esperaba locomoción cuando copiloto de una camioneta, con el móvil en marcha, se asomó por la ventana y la arrastró para robarle. Una rueda pasó sobre su mano. Ella exige justicia.
Sin duda la peor experiencia de su vida tuvo una esforzada trabajadora porteña, que fue víctima de un nuevo modus operandi delictual: el "cogoteo a chorro".
La afectada es S.E.O.L., 50 años, madre de dos hijos, quien reside en la parte alta de cerro Barón. La mujer, que prefirió no mostrar su rostro por temor a represalias, relató a La Estrella los dramáticos momentos vividos el fin de semana.
Acudió al cumpleaños de una hermana en un departamento de Parque Los Ingleses, y junto a su hijomenor salió del lugar cerca de las 21.30 horas. Se ubicó en la vereda de calle Noruega a esperar locomoción colectiva para dirigirse a su hogar. Estaba cerca de la solera mirando hacia el cerro, cuando divisó una camioneta doble cabina, de color blanco, que venía por la calzada de frente hacia ella. "Nunca pensé que iba a ser atacada. Lo único que recuerdo es que al llegar donde yo estaba, un sujeto que iba de acompañante sacó el cuerpo entero por la ventana con el vehículo en marcha, y me tiró fuertemente para arrebatarme la cartera que llevaba cruzada al cuerpo", indica.
El antisocial, que sería un hombre joven, la azotó contra el vehículo, fue arrastrada unos metros y una vez que el desalmado pudo apropiarse de su especie, la empujó al suelo. Por la inercia y violencia ejercida, la rueda delantera de la camioneta pasó por sobre la mano izquierda de la trabajadora.
Menor de 9 años
La terrorífica escena fue presenciada en la calle sólo por su angustiado retoño, de 9 años, que llorando corrió a pedir ayuda a los guardias del condominio y a otros familiares que salieron a auxiliarla. "Quedé un rato inconsciente y cuando reaccioné estaba bañada en sangre. Atiné a calmar a mi hijo para que no se asustara", añade.
Sus parientes de inmediato la transportaron hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren, donde ingresó policontusa, con una herida cortante sobre su ceja derecha que requirió algunos puntos de sutura, además de una luxación en su mano izquierda y la fractura de un diente. Tiene múltiples hematomas en su cuerpo, principalmente en la zona de la parrilla costal, que la mantienen postrada en cama con mucho dolor. A duras penas, con la ayuda de su cercanos, asiste al consultorio a curaciones y a tratamiento dental. Aún conserva su raída chaqueta de cuero negra, manchada con pintura blanca de la camioneta, como evidencia del delito.
En la cartera S.E.O. recuerda que llevaba el tablet de su hijo, su celular que era una necesaria herramienta de trabajo, billetera con algo de dinero y documentos como su cédula y cuenta Rut, todo avaluado en poco más de 200 mil pesos.
La víctima se desempeña como asesora del hogar con un par de familias de la zona, y por este situación por ahora está impedida de trabajar. Por prescripción médica no podrá hacerlo en al menos seis semanas. Habitualmente sufre de vértigo y tras el incidente este problema se ha acentuado, por lo que tendrá que acudir a un especialista. "Sorprende el grado de violencia de los delincuentes. Podrían haberme pedido la cartera y se las hubiera pasado. Es horrible este nuevo método para asaltar a las mujeres. Fácilmente pudo haberme matado y ojalá esta dura experiencia sirva para alertar a otras mujeres, que tengan cuidado al ponerse en la acera porque estos tipos podrían atacar de nuevo", enfatizó la asesora de hogar, que fue contactada por una organización gubernamental para recibir atención sicológica, la que sería extensiva a su hijo que aún está en shock por lo ocurrido a su progenitora.