Los refugiados del terremoto de Valdivia que llegaron a Placilla
Tras el peor cataclismo telúrico en la historia moderna, un grupo de damnificados se trasladó a Valparaíso a bordo del crucero O'Higgins, para tratar de seguir con sus vidas. Entre ellos, Juvenal Saldivia, quien recuerda aquí la tragedia.
Guillermo Ávila Nieves - La Estrella de Valparaíso
"*¡Atención! ¡Atención! Nos están comunicando que un cuarto terremoto está ocurriendo en la zona de Valdivia. Todavía está en desarrollo. Nos informan que siendo las 15:11 la ciudad de Valdivia está siendo azotada por un gran terremoto que en grados es mayor a los del 21 de mayo y el tercero en el día de hoy. Sigue temblando. Y son las 15:16 horas. Sigue… temblando… sigue temblando. Y el ruido provocado por el movimiento de la tierra es aterrador… las casas caen y los edificios se desploman… las calles se parten".
Teatro Cervantes, Valdivia. 22 de mayo, 1960. Si había un actor que proyectaba terror, ese era el inglés Boris Karloff. ¿Sería premonición de la peor pesadilla? Al menos para un oriundo de Corral, de nombre Juvenal Saldivia Altamirano, sí. 'La cabeza maléfica' que salta a escena. Apenas sentado, don Juvenal, hoy presidente de la Sociedad de Escritores de Valparaíso, percibe movimiento junto a su hermano Dalmiro: "Comenzaron a caerse las cosas. La ornamentación que se desprende a pedazos. Y salimos", recuerda a La Estrella el docente, jubilado con 44 años de servicio y de actuales 70 años de edad.
Jornada de horror
Como si del fin de mundo se tratara, ya en la calle, el remezón los tumba al suelo. Frente a sus ojos, la cúspide de la Iglesia San Francisco cae. Al costado, una señora implora auxilio. Sobre ella, restos de muro. Los hermanos Saldivia, caracoleando como pueden, avanzan al hogar. En el paso, la avenida cruje en dos y las casas de cemento macizo se desploman. "Resulta horroroso revivirlo", narra el escritor con la emoción en alto voltaje.
"Son las 15:20 y nos comunican que sigue temblando… la gente corre sin dirección tratando de escapar de los muros que caen y los edificios que se derrumban… el ruido es pavoroso… sigue temblando… el suelo se abre en las calles y avenidas de Valdivia… se producen incendios. Son las 15:23 horas y dejó de temblar en Valdivia a las 15:21 horas. Gran terremoto que duró casi 11 minutos, la ciudad ha sido devastada. Queridos oyentes, este terremoto ha sido un mega sismo, según nos comunican grado 9,6º a 9,8º. Vamos a colocar un intermedio, para ordenar los datos".
Al llegar a su casa, Juvenal Saldivia y su hermano Dalmiro ven a sus otras cinco hermanas abrazadas junto a la mamá, Juana Altamirano. "No dormimos esa noche. Nos tiramos al suelo con colchones, pero a los segundos… temblores enormes, ¡para esta zona eran terremotos! (según la prensa fueron más de mil)", relata el hoy padre de cinco hijos.
"Auditores. Chile se ubica a lo largo de una zona conocida como el 'Cinturón de fuego del Pacífico'. Estos sismos son productos del choque de la Placa Tectónica entre la Placa Sudamericana y la Placa de Nazca y la subducción (meterse por debajo) de esta última bajo la Placa Continental".
En ese momento de incertidumbre, la familia Saldivia desconocía el paradero del dueño de casa, quien se encontraba en Corral. "Vimos que el agua comenzó a subir por la alcantarilla y mi papá no llegaba". La sospecha de lo peor que crece, cual cauce.
"Se nos ha comunicado que el río Valdivia o Calle-Calle se desborda e inunda barrios urbanos bajos de la ciudad afectando: Collico, Las Ánimas e Isla Teja… Esta inundación se debe a causa de un gran maremoto que afectó al puerto de Corral en donde desemboca el río Valdivia".
El padre de Juvenal, José Dalmiro Saldivia, a quien apodaban Millo y que en ese entonces contaba con 50 años, había arribado a Corral en la embarcación El Canelo el día anterior al terremoto. Mientras el marino mercante se aprestaba para una ducha, la pipa que humea cachimba y aquel perturbador silencio. Al observar por la rendija en su camarote, emerge lo imposible: el mar que se hincha, sobrepasa al Muelle Francés -frente a los Altos Hornos- y la masa marina que se abalanza sobre Corral. Como maquinista, 'Millo' sale a cubierta. Supo que se trataba de un maremoto.
De vuelta en presente, los ojos se humedecen en Juvenal Saldivia. Pero aún hay habla para el tren de olas y horas de terror: "Mi padre José vio cómo se recogió el mar a unos 800 metros. Un fenómeno. Él no era muy creyente. Dijo que se hincó en la cubierta del barco para encomendarse a la Virgen del Carmen: pensó que de allí no saldría vivo", disecciona en modo remembranza.
"En el puerto de Corral, cerca de Valdivia, el mar creció más de cuatro metros inundando los muelles de Corral y el Muelle Francés frente a los Altos Hornos. Luego el mar se recogió, cerca de las 16 horas, arrastrando barcos, vapores, remolcadores, draga, que se ubicaban en la bahía de Corral. Las naves que se hundieron o fueron a parar las aguas del río Calle-Calle o tierra adentro en Corral".
Una de esas fue la embarcación El Canelo, que quedó encallada en medio del río tras el tsunami. "Yo nunca he podido saber el número exacto de los tripulantes que iban en ese momento, pero decían que 12. Mi papá contaba que se salvaron solamente cuatro y sí, vio una ola de 25 metros. Lo que mi padre me contó es que le tomó más de una hora: llegó la ola, los tomó, golpeó contra Mancera -que es como un peñón- y los devolvió otra vez. Todo hasta que finalmente pasaron por sobre el muelle de Niebla, por un costado. Así los trajo la corriente del río".
Con las expectativas por el suelo, al igual que la Escuela Superior de Hombres de Valdivia donde estudiaba Juvenal Saldivia y la fábrica Weiss ubicada frente a su casa, el milagro. "El día jueves mi papá aparece engrasado. Nosotros, que estábamos todos reunidos en familia, pensábamos que yacía muerto: simple, sabíamos que en Corral había quedado la escoba. Fue muy emotivo", rememora, con agregado: "Los soldados del Regimiento Maipo finalmente nos pudieron sacar".
"Recordemos a los oyentes que el epicentro de este mega terremoto que afectó a Valdivia fue en las cercanías de Lumaco, Provincia de Malleco, Región de la Araucanía tuvo una magnitud de 9,6 a 9,8 grados, siendo, al parecer, el más potente de la historia de la Humanidad. Produjo un tsunami que traía olas de hasta 25 metros de altura que afectaron localidades de la costa del Pacífico, como Hawai y Japón. ¡Y además la erupción del volcán Puyehue!".
Valparaíso a la vista
Para continuar estudios, días después, Juvenal Saldivia, de 14 años y en primero de Humanidades, tuvo que emigrar solo -sin familiares- de la zona. Así fue de los primeros refugiados que se embarcó rumbo a Valparaíso. "Nos subieron a una barcaza. De allí nos llevaron en una peligrosa mar. Luego zarpamos en el buque crucero de la armada O'Higgins (que fue desguazado).
"El cataclismo devastó entre Talca y Chiloé alrededor de 400.000 kilómetros cuadrados y causó más de tres mil muertos y desaparecidos. A una profundidad de 24 kilómetros. Similar a más de 30.000 bombas atómicas lanzadas en Horoshima. Las industrias en Valdivia, la segunda ciudad más industrializada del país, han sido de destrucción total o por el terremoto o maremoto".
El viaje, ya a inicios de junio, de acuerdo a Juvenal Saldivia, debió haber durado dos días. "Miraba por la litera. Llegamos con lo puesto. Me impactó Valparaíso: sus cerros iluminados". (Ese día quedó registrado en la portada del Diario La Estrella, el 9 de junio de 1960).
Rebobina Saldivia: "De allí nos fuimos a El Salto, otros a Placilla. Formamos un Círculo Valdiviano, en la calle Fresno, en Viña del Mar. Almorzábamos en la papelera. Nos trataron bien", desliza al detalle.
Pero en septiembre de ese año sufrió un accidente: lo atropellaron. Volvió a Valdivia, pero sólo por dos años. En 1962, y como su padre era marino, fueron trasladados a Valparaíso. Aquí Juvenal Saldivia echó raíces: forjó carrera, formó familia, hizo amigos, publicó obras, sin olvidar su Valdivia, hasta hoy.
"Estimados auditores, a pesar de la catástrofe sufrida, demos gracias a Dios por no haber sido un terremoto de noche o de día de trabajo". (*Del libro 'Crisis', del autor Juvenal Saldivia Altamirano).