Una comerciante viñamarina ha sido asaltada 6 veces en 15 días
Solitario sujeto sólo se lleva papas fritas y bebidas cola. La policía logró capturar al ladrón, pero quedó libre porque la suma de sus hurtos era baja. "No me roba plata, pero me asusta con su cortaplumas", declara la víctima.
Una complicada situación es la que está viviendo la señora Josefa Baeza, una viñamarina de 77 años que administra el negocio "Las Regalonas" y que desde hace 15 días ha tenido que soportar seis reiterados robos de un delincuente juvenil.
Desde su local ubicado en la calle Unión, en Recreo, la mujer relata que por todas las veces que ha sido asaltada, ya tiene identificado al ladrón. "Tiene 19 años, es alto, delgado y moreno. Siempre anda con una capucha, pero yo lo reconozco de lejos porque usa una pequeña barba en el mentón que es del porte de un dedo", afirma.
Sin embargo, pese a que cuenta con estos antecedentes, la justicia poco y nada ha hecho al respecto. "Lo denuncié a Carabineros y lograron detenerlo, pero en el Juzgado lo dejaron libre porque la suma de lo que me había robado era inferior a lo que está fijado por ley. Para mí es muy lamentable porque sé que me va a seguir robando", declaró preocupada.
No le roba dinero
Respecto a los robos, la señora Josefa señala que el individuo sólo se lleva algunas cosas en específico. "Él nunca me roba plata, sólo comida, pero me asusta. Viene con una mochila, me coloca su cortaplumas en la cadera y me amenaza diciéndome 'calladita no más, no quiero show'. Después empieza a echarse las papas fritas, las bebidas de 2 litros y hasta los Súper 8", detalla.
Por lo anterior, la viñamarina ha intentado llegar a un arreglo con el ladrón.
"Como viene a puro robarme comida, yo le he ofrecido unos panes para que se alimente, pero él me dice que no, que está aburrido de comer lo mismo y que prefiere las papas fritas y las bebidas. Al final, para que no me haga nada con su cortaplumas, lo dejo que se lleve las cosas", señala.
Una abogada del barrio y que se acercó a la vecina para prestarle su ayuda, le aconsejó que pidiera hablar con el fiscal para lograr algo más. "Como el cabro quedó libre, seguí la sugerencia y hablé con el fiscal. Con esto se logró una orden de alejamiento por 30 días y que carabineros de la Tenencia Recreo hicieran servicio de infantería cada tres horas. El problema es que la orden ya va en 15 días y cuando llegue a los 30 lo más seguro es que vuelva a robarme", declara la señora Josefa.
Mercadería
El joven, que registra domicilio en Limache, se encontraría en situación de calle. La afectada comenta que esto le conmueve pero que le está echando a perder el negocio. "Sé que el delincuente que me roba no tiene donde ir y que tal vez me roba por hambre, pero por su culpa no puedo comprar más mercadería porque me la puede quitar. He tenido que hacer otras estrategias para atender a los vecinos", expresa, en tanto muestra los estantes prácticamente vacíos.
Una de las medidas que la mujer ha adoptado, ha sido sentarse a la salida de su negocio a tejer. "Me instalé con una mesa, así cuando lo venir de lejos, llamo a Carabineros. Pero es rápido porque cuando me roba las Coca Cola viene de negro y después cuando sale corriendo lo veo que está vestido de café", manifestó.