El Cinzano despidió a otro de los suyos: Manuel Fuentealba
A los 88 años falleció el pasado sábado el "maestro", uno de los históricos cantantes del bar porteño.
Como era cuando se presentaba en el Cinzano, con música baile. Así fue la despedida de Manuel Fuentealba, el histórico cantante del bar Cinzano, quien falleció el pasado sábado a los 88 años, víctima de cáncer.
Fueron tres décadas las que estuvo el "maestro" -como le decían cariñosamente- como cantante estable del bar de plaza Aníbal Pinto. Los viernes y sábado se le podía escuchar junto a otros históricos como Alberto Palacios, Carmen Corena, Víctor Carbone, Benjamín Campos y del pianos Humberto "Pollito" González, quien es el único que sigue del recordado lote y que ayer estaba visiblemente afectado en la misa realizada en la iglesia San Luis del cerro Alegre.
"Él era un amante ed la vida, de la música...vivió y amó a su manera y se fue como la letra de un tango". Con esas palabras despidió a su padre, Manuel, su hijo.
Su historia
Según el blog Cuando los perros ladran, Fuentealba inició su carrera artística en 1948. Antes de dedicarse por completo al tango. Antes trabajó como suboficial en la filiación blanca de la Armada de Chile y durante sus ratos libre se dedicó a su pasión: la música.
Y según contó el propio Fuentealba a Alejandra Concha del citado sitio web, desde niño escuchó discos de tango. "Porque antiguamente el tango era rey, ahora no es rey, es más o menos príncipe", dijo esa vez, en el año 2014.
Durante la década del 50' actuó en el Teatro Condell y en el desaparecido Hotel Miramar de Viña del Mar. La década siguiente se la pasó como número puesto del Casino de la ciudad jardín. También estuvo 15 años trabajando en la Confitería Torres de Santiago y fue parte de la orquesta de los baños turcos del Parque Italia, donde conoció al "Pollito" González.
Si bien era un cantante conocido y querido en Valparaíso, alcanzó más notoriedad nacional cuando el músico Roberto "Titae" Lindl, bajista de Los Tres, reunió a los cantantes del bar porteño y editó dos discos "Una noche en el Cinzano" (2002) y "Otra noche en el Cinzano" (2007). Ese material les valió una invitación al Festival del Huaso de Olmué y a otros escenarios importantes del país.
Despedida
Fueron varias las menciones en redes sociales a la muerte de Manuel Fuentealba. La noticia de su muerte fue anunciada la noche del sábado en el mismo bar el Cinzano. Trabajadores y comensales no pudieron ocultar la emoción, le brindaron un gran aplauso e hicieron un minuto de silencio.
Y ayer, en la iglesia San Luis, se realizó una emocionante misa. "Su legado musical quedará en la memoria porque quedan sus discos...el Cinzano está de luto", fueron las palabras de Pablo Varas, dueño del mítico bar, quien luego le dedicó una serie de títulos de canciones de tango.
Para terminar la ceremonia Óscar Aníbal interpretó tres tangos, acompañado al piano por José "Pollito" González, quien no pudo ocultar su pena al despedir a su amigo. "Yira, yira", "Mano a mano" y "Volver", fueron las canciones elegidas para decirle un hasta siempre a Manuel, quien también recibió el homenaje de una pareja, que no dudó en salir a bailar al ritmo del dos por cuatro.