Sin las cenizas apareció el ánfora robada a una abuelita porteña
Fue hallada en el cerro Florida. Familiares lamentan que no estuvieran los restos.
Fueron más de dos meses de angustia que debió vivir la abuelita porteña Rosa Tornería, a quien el pasado 24 de julio desconocidos le robaron desde su casa en el cerro Cárcel de Valparaíso uno de sus tesoros más queridos: la ánfora con los restos de su difunto marido, don Luis Alberto González Novoa, quien había fallecido recién el año pasado.
Hace un par de días un desconocido llevó hasta la Octava Comisaría del cerro Florida el receptáculo. Sin embargo lamentablemente en su interior no se encontraban los restos de don Luis.
"Justo el día que apareció nos dirigimos a carabineros porque por facebook no estaban contactando unos tipos medios extraños que decían que tenían la ánfora. Querían hablar sólo conmigo y me dio mala espina", señaló Viviana Suárez, nuera de doña Rosa Tornería.
La mujer agregó que "cuando llegamos a carabineros nos dicen que momentos antes un hombre había venido a dejar la ánfora porque la había encontrado en unas calles cercanas a la Comisaría".
Viviana dice que en la familia hay sentimientos encontrados con respecto al hallazgo de la tan buscada ánfora. "Estamos bien porque hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para que el ánfora apareciera, pero también estamos tristes porque finalmente los restos de mi suegro no estaban. Aunque suene feo decirlo, lo que tenemos es sólo el envase", señaló Viviana en conversación con el diario La Estrella de Valparaíso.
Malas condiciones
Al ser recibida el ánfora se encontraba en bastante mal estado, por lo cual se presume que pasó por varias manos. "Estaba un poco abollada, abierta y le faltaba la placa con el nombre de mi suegro", señaló Viviana Suárez, quien agregó que "ahora el caso está en manos de la Fiscalía y ellos deberán determinar cuáles son los pasos a seguir con respecto al hecho".
En cuanto a la señora Rosa Tornería, la pena por perder las cenizas de su marido no ha cesado, sin embargo encuentra algo de consuelo al saber que el receptáculo apareció.
"Ella nos pidió que arregláramos el ánfora y que la dejáramos donde estaba. Por ahora la tenemos guardada y estamos en el proceso de restauración", señaló Viviana Suárez, quien agregó que "por el momento mi suegra no ha vuelto a su casa debido a que se encuentra en el hospital (ver recuadro)".