Cambio de gabinete
El exiguo cambio de gabinete ha sido como tratar de tapar el sol con un dedo: es imposible oscurecer la claridad con que la ciudadanía observa el desastre político gobernante, donde hasta los propios partidarios critican la falta de liderazgo. Se podría decir que los últimos acontecimientos le están construyendo una lápida de concreto reforzado a este gobierno desequilibrado con características de enfermo terminal. Dentro de los males que le aquejan y resuelto como en dictadura, es lo del padrón electoral que deja una intranquilidad y desánimo a los electores que dudan de la diafanidad del proceso, piedra angular de la democracia. Desánimo que sin duda, influirá en la concurrencia a votar, porque muchos ciudadanos han perdido la fe democrática.
Marcos Concha Valencia.