Fue vocal de mesa con su guagua en brazos
Por vez primera la porteña Tamara Cortés fue designada vocal de mesa y tuvo que acudir al local de votación cargando a su hija Emilia, de seis meses. Por estar en plena lactancia se vio imposibilitada de dejarla en el hogar, donde quedaron otros hijos de 2 y 11 años. Le fue imposible excusarse, y no estaba dispuesta a pagar una multa. Llevo de todo para atender a su bebé. No le gustó quedar instalada en un patio. "Quedamos expuestas al frío y al sol en vez de estar en una sala. Más encima no nos dan colación. Ojalá no salga vocal de nuevo", dijo algo resignada.
No vidente de 81 años no se pierde elección
El año 2000 Luis Humberto Carvallo, de 81 años, perdió la vista por un glaucoma y otro mal a la retina. Vive en cerro Los Placeres y ayer sin compañía, apoyado en su bastón retráctil, acudió a cerro Barón a emitir su sufragio. "Siempre he cumplido con mi deber cívico de votar, y espero hacerlo hasta que me lo permitan mis fuerzas. Quizás los jóvenes no vienen por el descrédito de la clase política, pero creo que igual debieran cumplir y acudir a las urnas", afirmó el porteño que se fue satisfecho de haber elegido a sus representantes una vez más.