Fabián San Martín D.
Un nuevo y estremecedor caso de femicidio quedó al descubierto ayer por la tarde en la comuna de Quillota.
Los hechos tuvieron su origen en la Región Metropolitana, donde un hombre identificado como J.A.J.S., llegó intoxicado con somníferos para cometer suicidio, al consultorio de la localidad de Huertos Familiares en la comuna de Til Til. El sujeto confesó a carabineros del retén Rungue, que horas antes dio muerte a su pareja en la ciudad de Quillota. Este mismo relato lo entregó a una mujer con la que mantenía una relación sentimental, la que también alertó a la policía de lo sucedido. Carabineros de la Cuarta Comisaría de Quillota se trasladó hasta el domicilio de la que sería la víctima, ubicado en calle Maipú a metros de la cárcel. Allí se confirmó la infausta noticia, porque debajo de la cama matrimonial y tapado con una sábana, fue hallado el cadáver de Johanna Abigaíl Soto Alarcón, de 24 años, madre de dos hijas de 3 y 4 años. La joven que presentaba un incipiente embarazo de tres meses de gestación, tenía claros indicios de haber sido estrangulada con un cable de televisión. Al inmueble llegó el fiscal Ulises Meneses, que dispuso el cuerpo y el sitio del suceso fueran periciados por la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística. El gobernador provincial, César Barra, y la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, Waleska Castillo, también se apersonaron a conversar con la madre y otros familiares de la víctima, para prestarles asesoría legal. Anunciaron querellas en contra del responsable. Johanna no había presentado denuncias previas por violencia intrafamiliar, pero entre los vecinos eran conocidos los "ruidos" que se escuchaban al interior de la vivienda. "Llamamos a la comunidad a que no se hagan los locos, que no cierren los ojos, que podemos salvar una vida si actuamos", dijo Waleska Castillo.