El drama de Sergio, el porteño Down al que daban por muerto
Solía andar en todas las marchas y procesiones hasta que un desconocido lo atropelló y se dio a la fuga.
Tal vez el nombre Sergio Guzmán (54) no le suene para nada, pero hace unos seis años aproximadamente, todo Valparaíso ubicaba el rostro de esta persona. ¿La razón?, era un hombre con síndrome de Down que con su simpatía, siempre participaba en las actividades en donde hubiese multitudes: procesiones, misas, manifestaciones, marchas, batucadas, etcétera.
El asunto es que de un momento a otro desapareció y varios lo dieron por muerto. Tanto así, que hasta por redes sociales comentaban su fallecimiento. Pero nada de eso, Sergio todavía está vivo, pero muy enfermo en su casa de la calle General Yavar, en Playa Ancha.
"Un angelito"
Miriam Guzmán, una de sus siete hermanos, declara que su desgracia fue de un momento para otro. "Como era patiperro y pasaba saliendo, lo atropellaron y llegó mal. Desde ese día, comenzó a presentar varias enfermedades, hasta que quedó postrado sin poder moverse", declara conmovida.
La porteña, que trata a Sergio "como un angelito que Dios nos mandó", señala que nunca supieron quien lo atropelló y que siente pena por cómo se ha ido apagando su vida. "Con el atropello se fracturó la cadera y después de la operación empezó con trombosis, neumonía, Alzheimer y hasta epilepsia. Ahora ya no habla, no se mueve y tiene que alimentarse con sonda. Sólo abre los ojos. Es triste porque él era todo lo contrario, alguien muy activo, que pertenecía a centros culturales y bailaba. Hasta iba a funerales de desconocidos porque le gustaba estar rodeado de gente", declara Miriam.
Gloria, otra hermana, indica que Sergio nunca aprendió a escribir ni leer pero que se ubicaba bien. "Salía todos los días y lo reconocían harto porque en la feria de artesanía de Pedro Montt pasaba pidiendo plata que luego se gastaba en pañuelos y pulseras. Era una personita especial, alegre, que se bañaba y se hacía sus cosas solo, hasta que lo atropellaron y muchos lo dieron por muerto", comentó.
Atención domiciliaria
Por todo lo anterior, Sergio requiere atención médica especializada, la cual no recibe del todo. "Él se trata en el hospital Naval y cada vez que lo llevamos lo atienden bien. El problema es que no le brindan atención domiciliaria porque dicen que está bien, en buen estado y bien cuidado. Lo han desahuciado varias veces porque le han dado paros cardiorespiratorios, pero él sigue dando la pelea por todo el cariño que le brindan sus hermanos", asegura Miriam.
La porteña agrega que requiere "un doctor y no una enfermera" porque Sergio tiene delicada la cadera. "Por el titanio la herida nunca le pudo cicatrizar y la tiene expuesta. Yo se la limpio y cuido día por medio porque los insumos son muy caros, unos 20 mil pesos y también le tomo la temperatura. Por eso no requiere de una enfermera, sino que lo vea un doctor o doctora porque sólo podemos saber lo que tiene a través de exámenes", expresa.
Gloria, en tanto, insiste en que la presencia del médico es urgente. "Como mi hermano no habla, no podemos deducir lo que le pasa y no podemos diagnosticarlo ni menos darle medicamentos. Nosotros lo queremos mucho y queremos lo mejor para él", manifestó.