Canallas patearon a joven embarazada en un asalto millonario en Ramaditas
Familia damnificada del mega incendio vivió pesadilla a manos de banda armada, que sustrajo dinero, joyas y otras especies.
Dos años y medio atrás sufrieron con las llamas que destruyeron sus tres casas en el mega incendio. Ayer, una familia de comerciantes de cerro Ramaditas, vio con impotencia como delincuentes violentaron su intimidad y patrimonio.
Era cerca de la medianoche cuando M.M.A.A., de 50 años, recogía ropa de la terraza en su residencia de la otrora tranquila calle El Bosque. En el living estaba su hijo menor de 10 años. La calma se rompió de un sonoro golpe, cuando de una patada desconocidos volaron la chapa de seguridad al derribar la puerta de madera.
Eran cuatro jóvenes premunidos de armas de fuego cortas, al parecer pistolas, donde tres cubrían sus rostros con pasamontañas. "A mi hijo y a mí nos pusieron las pistolas en la cabeza y pedían que entregáramos la plata, que los habían mandado a buscar dinero...les dije que no tenía", señala M.M., que junto a su marido -que estaba ausente a la hora del atraco- son dueños de una pescadería en Viña del Mar.
Intimidados por los hampones, madre e hijo bajaron al subsuelo, donde otro menor de 12 años fue sacado de su habitación.
Joven de 19 años
Pero los ávidos antisociales notaron que había ruido en el baño y también de una patada abrieron la puerta. Allí se duchaba la hija mayor de la familia, de 19 años, que presenta un embarazo de ocho meses de gestación. La joven alcanzó a ponerse una toalla antes de ser sacada bruscamente. "No les importó que estaba embarazada y casi la tiran por la escalera hacia abajo. Uno de los tipos le pegó una patada en la espalda", dice la afligida comerciante.
Con la progenitora y sus tres hijos inmovilizados, los desalmados revisaron los dormitorios y dieron con $5 millones en efectivo guardados en una cómoda. Además sustrajeron pulseras, gargantillas y aros de oro, celulares y prendas de vestir. La vecina F.A.P.M. acudió en auxilio de los afectados, pero también fue arrojada al piso y amenazada con un arma. Con el cuantioso botín los ladrones abordaron en las inmediaciones un colectivo de la línea Rocuant y huyeron en dirección desconocida. La embarazada fue llevada por Carabineros de la tenencia O'Higgins al Van Buren, donde constataron no había riesgo de pérdida de su primogénito varón. "Fue una pesadilla que no se la doy a nadie. Primero fue el incendio y ahora esto. Uno se saca la cresta trabajando y ellos se lo llevan todo. Me encantaría que los pillaran pero uno no cree mucho en la justicia", enfatizó la víctima.