Erika Rojas Salazar

Se ríe y comenta que a lo menos no fue mufa, refiriéndose a que ante Colombia y Uruguay se sumaron unidades. Pero claramente para Gabriel Castellón esta primera aproximación con la Roja fue mucho más que eso. Hace rato que venía sonando su nombre y esta vez fue la vencida.

"Yo ya estaba algo preparado mentalmente y sabía que podían llamarme. Como tenía pasaporte, no hubo tantos días previos de notificación y ese domingo confirmé la noticia con la nómina", aclara Castellón, marcando diferencia con lo que le ocurrió a Opazo cuando fue llamado por primera vez.

Fueron 10 días intensos junto al cuerpo técnico comandado por Juan Antonio Pizzi; jornadas con sólo dos tardes libres y demasiado aprendizaje para el porteño de 23 años.

TRabajos distintos

"Fue un trabajo extraordinario, muy bueno en lo técnico, donde aprendí demasiado. Quizás muy distinto a lo que se ve de afuera, pues no hay relajo, las prácticas son específicas y muy intensas", confiesa Castellón, quien afirma que tuvo muy buena onda con los otros tres porteros: Claudio Bravo, Cristopher Toselli y Jhonny Herrera. Durante la semana pasada algunos portales difundieron un video donde los cuatro arqueros jugaban a que la pelota no cayera, imágenes que revelaron que Toselli recibió las patadas de sus compañeros por lanzar un pase mal hacia Bravo. "A veces jugábamos a eso para comenzar a calentar, es habitual para relajarse un poco", comentó con soltura el capitán wanderino.

-¿Cómo se dio la relación con Claudio Bravo?

Con los tres fue muy buena, pero con Claudio pude hablar de manera especial. Principalmente me acerqué porque tenía dudas con algunos trabajos. Pero con Jhonny también pude contar; como era nuevo tenía desconocimiento de ciertas cosas.

¿Y con el técnico Pizzi?

Cuando uno llega él tiene una conversación personal con cada jugador. En mi caso se me solicitó que respetara las indicaciones, que tuviese la mejor disposición y aprovechara de aprender. Para mi esas cosas eran obvias porque las ganas de aprender me superaban. Respecto de su trato, es un técnico muy educado, muy preparado y con charlas precisas, sólo para temas específicos y aclarar dudas.

Durante su estadía en la Selección Castellón tuvo la oportunidad de ver la verdadera cara de la Roja. "Muchas veces el trabajo se ve distinto desde fuera, a como verdaderamente es. No hay relajos y cada práctica se disfruta al máximo. Mi expectativa quedó al máximo y con ganas de seguir superándome para crecer en Wanderers y esperar nuevas oportunidades en la Selección", concluyó el portero.

Vidal y el bautizo

Hablando del día a día de la Roja, Castellón comentó que el caudillismo no es tal y que todo se maneja de forma relajada y amistosa. Pero sí los rituales deben respetarse, por eso no se salvó de la canción, que habitualmente sube Arturo Vidal a su Instragram, como forma de darle bienvenida a los nuevos y el wanderino cumplió. "Sabía que me esperaba la canción, pero tardó más de la cuenta".

Además el "Gabo" quedó feliz de haberse reencontrado con Eugenio "Chueco" Mena y sus ex compañeros Leonardo Valencia y Nicolás Castillo, con quien estuvo en la Sub-20.

Como compañeros de pieza a Castellón le tocó compartir con Oscar Opazo, en un primer momento, luego estuvo solo en Barranquilla y finalmente con el colocolino Martín Rodríguez.