Sebastián Paredes C.
Los ojos de Stheffanie Shultze (28) se empañan cuando recuerda lo que fue el incendio del pasado lunes 3 de enero en el sector de Puertas Negras de Valparaíso. Se toca constantemente su vientre y es que en él ha llevado durante 37 semanas a José Luis, su segundo hijo.
El embarazo marchaba sobre ruedas hasta el pasado lunes. "Nosotros no estábamos en la casa, habíamos salido y cuando llegamos ya no había nada que hacer. Lamentablemente se había quemado todo". señala Stheffanie al diario La Estrella de Valparaíso.
La joven agrega que "ya teníamos todo listo para la llegada de nuestro hijo. Le habíamos cambiado el techo de la pieza, se la habíamos pintado y teníamos su cunita y ropa. Lamentablemente todo se quemó, no pudimos salvar nada, se quemó todo a puertas cerradas".
En el caso de Helent, hermana mayor de Stheffanie, la historia no es menos dramática. "Hace pocos días había tenido a mi hija. Nos tuvimos que quedar en el hospital porque mi hija estaba amarillita, tenía ictericia. En el hospital yo sabía que había un incendio grande, pero nunca pensé que era mi casa".
La joven de 30 años (los que cumplió al día siguiente del megaincendio) agregó que "de repente las enfermeras pusieron las noticias en la tele y veo que enfocan a mi marido llorando. Después la cámara enfoca mi casa y supe que se había perdido todo. No pudimos rescatar nada, ni siquiera un alfiler".
Carencias
Producto del impacto de perderlo todo a Helent no pudo seguir amamantando a su pequeña hija recién nacida. Por lo mismo es que a través de redes sociales ha hecho una campaña para recolectar tarros de leche S26 Gold, para que la pequeña María Jesús, hoy de tan sólo 12 días, pueda seguir alimentándose.
Pero Helent y su familia no necesitan sólo leche, sino que también pañales no sólo para ahora, sino que también para más adelante, porque según lo que prevé la joven de 30 años "esto da para largo".
Es el mismo caso de su hermana Stheffanie, quien está a punto de dar a luz a su segundo hijo, pero las condiciones en su entorno no son las óptimas. "La verdad es que hemos recibido ayuda de amigos, personas privadas que nos han donado ropitas y cosas en buen estado, también nos donaron una cuna, pero lo que nosotros necesitamos es una solución de vivienda", señaló la joven al diario La Estrella.
Casa
Actualmente ambas jóvenes viven junto a otras 14 personas más en una vivienda de otra hermana en el cerro Barón. Helent está preocupada porque su hija recién nacida no puede descansar como es recomendable para un bebé de su edad, y Stheffanie está preocupada por lo que pasará con ella y su familia una vez que nazca el pequeño José Luis. Ambas y su madre, Viviana Ríos, quien era la dueña del terreno en donde estaban las casas de las jóvenes y sus familias en calle Del Astillero de Puertas Negras, necesitan una solución urgente.
"El terreno es mío y yo les cedí parte del terreno a mis hijas para que construyeran sus casas, lo que hicieron con mis yernos con mucho, peor mucho esfuerzo. Son chiquillos jóvenes que se ha sacado la mugre para tener lo que tenían y lamentablemente lo perdieron todo en un par de segundos", señaló Viviana Ríos, la madre de ambas jóvenes y que también lo perdió todo durante el incendio. "Yo me quedé con lo puesto, no tengo nada más. Hay que partir de cero nuevamente, comenzar todo de nuevo, es muy fuerte", sentenció.