Comedor de P. Negras: ración directa al corazón
A las pocas horas de ocurrido el siniestro, los dirigentes de la parte alta de Playa Ancha no dudaron en abrir las puertas de su sede, recientemente construida, para acoger a los vecinos afectados, recibir ayuda y coordinar acciones para salir adelante.
Con compromiso y organización, la sede de la Junta de Vecinos n° 85 Puertas Negras se convirtió en el epicentro de la emergencia donde funciona el comedor oficial y se entrega mercadería y artículos de aseo. Pero donde, además, encuentran contención y una buena conversación que los saca de la lamentable emergencia.
Este espacio ha sido vital para los vecinos y también para los operarios que trabajan en la zona siniestrada y los voluntarios. Por lo mismo, su continuidad es primordial para el presidente de la junta de vecinos, Jimy Rivera. "Gracias a Dios esta sede se terminó hace muy poco y el incendio no la tocó. El primer día del incendio nace este comedor y hemos recibido mucha ayuda. Y funciona gracias al aporte de particulares. Acá no hay ningún aporte estatal, así que lo mantenemos parado gracias al aporte de la gente y del movimiento solidario y popular", explicó.
Sin embargo, el dirigente vecinal manifestó la necesidad de contar con una ayuda permanente. "Tenemos un poco de miedo de que el comedor deje de funcionar por la falta de colaboración, porque sin la generosidad de las personas esto se acaba. Le planteamos al intendente y gobernador la necesidad de que la Junaeb se haga cargo de este comedor, pero no hemos tenido respuesta. Sin embargo, seguiremos funcionando y pensando en que la reconstrucción debiera seguir por tres meses más", agregó.
Ración con amor
El comedor funciona las 24 horas del día con turnos de día y noche para ofrecer temprano en la mañana el desayuno, consistente en dos panes con té, café o leche. Luego, las 15 personas que voluntariamente trabajan en la cocina, preparan el almuerzo que consta de ensalada, fondo y postre, momento ajetreado del día que da paso a la once.
La técnica de los chefs y la experiencia de las dueñas de casa se ve reflejada en cada comida, cuenta el encargado del comedor, Leonardo Frías, voluntario que desde Viña del Mar llegó a coordinar el servicio de alimentación a la junta de vecinos.
"Entregamos en promedio 2.200 almuerzos diarios; el domingo que pasó tuvimos un peak de 3.500. Por lo general, preparamos 350 desayunos y 500 onces, para eso trabajamos en turnos el día y la noche. Nuestras puertas están abiertas para todos y esperamos seguir trabajando por tres meses más", finalizó Frías.