Como "Cartagena 2" llaman al sector invadido por ambulantes
Los comerciantes del Muelle Vergara, que pagan permisos mensuales para trabajar, están aburridos de echarlos. Esperan que ordenanza que votará el concejo municipal de Viña cambie el panorama, pero ya está yendo el verano...
Con multas de hasta 5 UTM, esto es, unos 239 mil pesos, podrían ser sancionadas las personas que sean sorprendidas comprando en el comercio ambulante que se instale en Viña del Mar. Así también los propios vendedores y quienes abastezcan o guarden los productos que sean ofrecidos en la vía pública.
La medida, que es similar a la que adoptó la municipalidad de Concepción, podría entrar en vigencia a partir de marzo, luego que los concejales voten la propuesta el próximo martes 28 de febrero.
En este sentido, los más contentos y agradecidos con esta medida son los comerciantes que cancelan su permiso de 25 mil pesos mensuales y que durante el año trabajan en el sector del Muelle Vergara.
Insultados
Manuel Henríquez, que desde los 9 años trabaja en el comercio, es uno de los más entusiastas con la nueva ordenanza.
"En este parte he estado casi toda mi vida porque tengo 69 años. Estoy al tanto de la normativa que se quiere votar y está bueno. Es importante y necesario porque en mi caso yo pago un permiso de $25.500 todos los meses aunque no trabaje y aquí (en el Muelle) llega cualquier persona y se instala a vender y eso no puede ser. Uno habla con el inspector municipal y dicen que los van a echar, pero cuando lo hacen los ambulantes se corren y se instalan de nuevo en otro lado", acusa.
Además, el viñamarino denuncia que estas personas son violentas y conflictivas. "Ellos no pagan nada por instalarse y cuando uno les pide que se vayan porque bloquean el paso o porque simplemente no tienen por qué estar ahí, se ríen en la cara de uno y empiezan a insultar con garabatos 'acaso te creí' el dueño del muelle' y no se van", afirma el comerciante que vende confites desde un carro.
Ana María, otra viñamarina que ofrece joyas finas en uno de los puestos de color blanco, también apoya la normativa. "Es fantástico que lo hagan porque el comercio ambulante ya ha ido muy lejos. Además de atraer la delincuencia, nos complican a nosotros que estamos fijos instalados y con permiso. Igual cuando Carabineros estuvo de continuo vigilando el sector, ellos no se atrevían a instalarse y todo funcionaba perfecto, pero siempre se las arreglan", manifestó.
"Cartagena 2"
Los ambulantes, que de acuerdo a Manuel Henríquez son familias provenientes de Santiago y países como Ecuador, Colombia y Perú, suelen vender alimentos como sopaipillas, choclos y anticuchos. A veces también artesanía, pero por la comida, a la zona que comprende 12 y 14 Norte, le han llamado "Cartagena 2".
"¿Saben cómo le llaman a este sector? Cartagena 2, porque desde las tres de la tarde, se llena desde el cierre hasta el ex sanatorio marítimo. Es una verdadera invasión porque se llena de carros, camionetas, de ambulantes, de todo. Venden huevos duros, cazuelas, sopaipillas, de todo... completos, choripanes, jugos y es súper antihigiénico porque no tienen resolución sanitaria", declara Juan Jorquera, cuidador de vehículos.
En cuanto a la normativa, don Juan también lo valora, pero considera que fue un poco tarde. "Si recién votan el 28, sacamos la cuenta, el viernes pasa la gala, después el Festival y todo esto se acaba. De ahí todos para la casa... tenía que haber sido antes, si esto es realmente Cartagena 2 en la tarde, en la mañana no están porque duermen y descansan", replicó.