Café Hesperia Patrimonial busca la bohemia porteña
Manuel Corrales es el dueño del recinto que cada fin de semana llena de la música que remonta los mejores años del Almendral
Redacción - La Estrella de Valparaíso
En el Almendral de Valparaíso comenzó la bohemia porteña a mediados de los años '40. Así cuenta Manuel Corrales, dueño del café Hesperia Patrimonial y amante incondicional de la música. Desde hace nueve años adquirió este local y su objetivo es uno: no dejar que termine la tradición. "Perderse así tan simplemente no se justificaba", añade.
Cuenta que es músico de nacimiento, que creció tocando en el café Checo, en Las Grecas, en La Puerta del Sol, en Las Guitarras, en el Nunca Se Supo y en el Manila, lugares icónicos para la movida musical de esos años. "Nosotros venimos de un barrio, que es el O'Higgins, donde se instalaban las quintas de recreo (...); era un lugar muy importante para mí", afirma.
Manuel recuerda que todos llegaban al bar restaurant Donde El Amor Muere, "nombre que nunca entendí. Un día en una tertulia les pregunto ¿por qué el nombre?; entonces me dijeron "siéntate niño". Me senté y dijeron, 'Donde El Amor Muere, aquí, de la puerta hacia afuera no existen parejas. Aquí ya no existe el amor, sólo existe la amistad", recuerda.
En honor a ese recuerdo decidió crear el sector Donde El Amor Muere, dentro del café. El cual se encuentra decorado de una forma tradicional porteña y con un escenario, donde cada viernes y sábado van a tocar los más destacados músicos locales. Manuel dice: "Hago la propuesta de que Hesperia sea patrimonio cultural", sueño que cada vez va tomando forma.
Añade que es una gama de músicos muy grande la que ha pasado por ahí. Entre los que nombra se encuentran Inti Illimani, Jorge Coulon, Congreso, Diapasón Porteño, 3x7 Veintiuna, Daniel Muñoz y Los Afuerinos. Por lo que afirma que ahora tiene "el respeto de la gente" y que incluso le piden que haga cenas bailables, con merecumbé, rumba, baión, etc.
Las otras bohemias
Manuel nos cuenta de un músico nuevo que él valora mucho, Demian Rodríguez, quién le contó que el café Hesperia tiene una categoría musical donde se respeta al sonidista, quién se encarga de que suene como corresponda. Lo compara con otro lugar clásico, el Liberty, donde también se valoriza la bohemia, pero donde se resalta cantar "acapella".
Otro local similar sería el Cinzano, al cual define como "más comercial", ya que su escenario lo mantienen cerrado, no así como el del Hesperia. Fue así como conoció a Juanin Navarro, J.M., Flaco Morales y a Elías Zamora, con quienes formó el grupo Los Embajadores de la Isla, banda que tocó en Rockódromo, en el Municipal de Valparaíso e incluso en el extranjero.
Manuel dice que gracias a lo electrónico se dejó de lado la labor de ciertos músicos, pero es optimista y añade que "hay una tendencia a volver a lo antiguo".