Un golpe de conciencia me obliga a escribir estas líneas, y un gran desaliento, porque pensaba que muchos de los que ocupan el espacio que nos regala La Estrella para expresar su sentir ante casos que nos sorprenden, no los vi aparecer para señalar algo que debió haber sacudido a la opinión pública, por la crudeza demostrada por seres intelectuales al cometer uno de los más cruentos crímenes, que yo a mis años no había conocido de tan cerca. Me refiero a la secta Antares.
La leyenda de los hechos por una jueza, seguramente madre, le aseguro me quitó el sueño.
Cinco años de cárcel para la madre y cinco para su pareja. Un psicólogo en estudio de sectas, señaló en otro país esto es pena de muerte, pero estamos en Chile. Un grupo de abogados estudia obtener la revocación de la sentencia, me temo que la consigan, existen los medios económicos y de posición para anular o cambiarla por arresto domiciliario y si no pasa esto seguramente con los mismos medios consigan un lugar privilegiado en la cárcel, es decir no irán a los patios comunes donde se encontrarían con madres delincuentes comunes, que muchas comparten su encierro con sus hijos.
Señor director si se imprime gracias, y gracias señora jueza, por defender, a pesar de todas las artimañas, a uno que no tiene voz.
Atilio Covarrubias H.,
un cristiano dolido.