Carla Olivares Rojas
Formalizado por el delito de parricidio frustrado y en prisión preventiva al menos por los 120 días que dure la investigación, quedó el ciudadano boliviano que la madrugada del lunes agredió a su pequeña hijita de apenas 4 meses, hasta dejarla al borde de la muerte.
Así lo confesó en el interrogatorio que se llevó a cabo en el cuartel de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, de manera conjunta con el fiscal de la causa y el abogado defensor del ciudadano boliviano C.R.V., de 23 años, quien se encontraba ilegal en nuestro país.
"Alrededor de las '3.40 de la madrugada, lo que sucede es que el bebé de alrededor de 4 meses se encontraba con un llanto profuso y la primera maniobra que efectúa el imputado es introducir a la fuerza y con acción de asfixiar, un biberón con leche. El bebé no se calmó, siguió en llanto, por lo tanto, lo que hace finalmente es introducir dos dedos de su mano derecha a la boca del bebé, rompe la membrana del paladar, fricciona esa membrana, la da vuelta con sus dedos y genera un profuso sangramiento que produce una hemorragia en la bebé", señaló el fiscal de Valparaíso, José Miguel Subiabre Tapia, a cargo de las indagatorias.
Calla su acción
Una vez cometida la agresión, el imputado no dio cuenta de su acción a la madre de la lactante, una joven de 18 años; muy por el contrario, calló su actuar, evitando una atención oportuna de la pequeña.
Sin embargo, debido a la hemorragia se trasladaron al hospital Carlos van Buren de Valparaíso, tres horas después de acontecidos los hechos, donde él mantuvo su silencio.
"El imputado sigue guardando silencio, pero el doctor del hospital Carlos van Buren nos da cuenta de manera inmediata que la lesión que tenía no podía ser provocada por un cuerpo extraño o por una circunstancia natural, sino que necesariamente era intervención de terceras personas", relató el persecutor.
La bebé tenía una herida cortopunzante en el paladar que no podía haberse realizado por sí sola, motivo por el que fue intervenida quirúrgicamente.
Confiesa la agresión
De inmediato se dio cuenta al fiscal de turno, quien se acercó al centro asistencial junto a efectivos de la Brigada de Homicidios y luego concurrió al domicilio de la pareja, donde se recogió una serie de evidencias.
"Levantamos materiales biológicos, sangre, ropas y otros elementos que nos permitieron, tanto desde el punto de vista biológico como científico, acreditar los hechos que expusimos ante el tribunal", sostuvo el abogado Subiabre.
C.R.V., en pleno uso de su derecho y con su abogado defensor presente, confesó la acción y expuso de manera explícita la maniobra que realizó con su hija, que hoy permanece hospitalizada de extrema gravedad en Valparaíso.
El fiscal señaló que C.T.Z., de 18 años y madre de la menor, no sabía qué era lo que le había ocurrido a la pequeña mientras estuvo bajo el cuidado de su padre.
¿por qué lo hizo'
Respecto de los motivos que habría tenido para realizar esta salvaje acción, "él señala dentro de su declaración que estaba ofuscado, había estado al cuidado de la menor, la menor había estado llorando durante toda la noche y lo había interrumpido en sus labores diarias. Luego, al tratar de calmarla por varias horas, introdujo de forma brusca un biberón de leche en su boca y como no se calma con este biberón, él de forma espontánea, explosiva y, como señala, con mucha rabia, introduce los dedos", sostuvo el subcomisario Walt Dapremont, de la Brigada de Homicidios.