Artista discapacitado no puede salir de su pieza
Tiene silla de ruedas, pero otro arrendatario que es comerciante obstaculiza la salida de residencial con una pila de mercadería.
Mal lo pasa por estos días un artista porteño discapacitado.
Francisco Servando Rojas tiene 72 años. Ex trabajador de Indap, en los 70' emigró a Alemania donde vivió por más de 30 años. Allá pudo desarrollar sus dotes artísticas. Editó libros de poesías y cuentos y compuso oratoria y música clásica. Regresó a Chile hace más de una década y se radicó en cerro Los Placeres.
Pero en el último tiempo la vida para el hermano del famoso guaripola Guachaca, Dioscoro Rojas, no le ha sonreído mucho. Desarrolló diversas patologías como la diabetes, que lo tuvieron muy complicado a fines del año pasado. Estuvo más de dos meses internado en el hospital Van Buren, donde resultaron infructuosos los esfuerzos médicos por salvarle su pierna derecha. Una gangrena derivó en una amputación a la altura de la rodilla.
Francisco señala que por problemas con una "bruja" de Los Placeres se cambió al plan porteño, específicamente a una residencial en la calle Van Buren, a metros del principal hospital público del Puerto. Arrienda una pequeña, oscura y húmeda habitación. Como estuvo meses postrado, el jubilado no tiene fuerzas para desplazarse con muletas o bastones por lo que debe movilizarse en silla de ruedas.
Obstáculos
Cuenta con una, pero dentro del inmueble existe otro arrendatario, un comerciante ambulante que se instala en avenida Uruguay, quien mantiene gran parte de mercadería no sólo en un par de piezas, sino que en el pasillo de la residencial, obstaculizando el tránsito de Francisco en su medio de transporte. "Me es problemático salir, no puedo hacerlo en la silla. Algunos amigos me ayudan mucho porque tengo que ir al hospital, al banco y a otros trámites. Cuando vienen los de la ambulancia me deben levantar en andas para sacarme porque está lleno de cosas". cuenta el escritor, quien además se ve impedido de salir al patio a tomar sol o aire.
Tiene un familiar en El Quisco y está la posibilidad de irse a vivir al balneario, pero en su actual domicilio está muy cerca del Van Buren donde le realizan el tratamiento correspondiente con mayor especialización, y puede acceder a otros servicios como Oftalmología.
Otros residentes y vecinos confirman que el comerciante aludido tiene un carácter agresivo, pero apelan a que haya un cambio de actitud de su parte para que Francisco Rojas tenga una mejor calidad de vida.