Lleva un mes y 20 días durmiendo en la calle cerca de las iglesias
A sus 58 años Leonora Gómez representa una mujer de mayor edad. Y es que la vida no ha sido fácil para ella, asegura a La Estrella. Además, no tiene ningún familiar que pueda tenderle una mano.
La encontramos sentada en una banca de la Plaza Victoria con lo único que tiene: un par de mantitas de polar y un bolso rojo con sus pertenencias.
Nos recibe con una amabilidad poco usual en las personas que viven en la hostilidad de la calle. Y nos cuenta que lleva un mes y 20 días durmiendo a la intemperie, cerca de la catedral de Valparaíso o de la capilla de Viña. "Me siento protegida por la presencia del Señor", dice.
"Por circunstancias de la vida y malas decisiones. Por involucrarme con personas ajenas a mí que me dañaron mucho, tuve que vender mi casa de Playa Ancha y me quedé así".
Leonora cuenta que en un comienzo trabajó en los baños de la Posta Infantil, y otros trabajos. Arrendaba una pieza en calle Uruguay, pero tuvo que irse por razones de fuerza mayor. Y paralelamente comenzó a sentirse agobiada por su pasado.
"Cuando era joven tuve muchos problemas de conducta que pienso que no debí haber tenido. Y así con el paso del tiempo tuve que llegar a estas circunstancias. Pero para mí ésta ha sido una bella experiencia, y he estado bien gracias a Dios y a la Santísima Virgen", relata mientras se aferra a un rosario que aprieta en su mano izquierda.
El frío y el peligro constante al que se expone Leonora, han despertado la preocupación de los transeúntes por ella, quienes le ofrecen llevarla a un refugio donde puede pernoctar.
"Ayer vino un joven de la PDI para llevarme a un albergue pero yo no quise. Y luego una persona que me conoce me llevó al Hogar de Cristo, así que se supone que ellos me vendrán a buscar para que yo siga yendo para allá", concluye.