Obra busca generar conciencia en torno a la violencia contra la mujer
La compañía El Cielo Teatro se encuentra desde mayo preparando esta puesta en escena que indaga en el conflicto de género, la globalización y el mundo indígena. El estreno está programado para el jueves 10 de agosto a las 20 horas en el Parque Cultural de Valparaíso, y contempla funciones en Cabildo, Villa Alemana, y Santiago.
El punto de partida para la escritura de esta obra comenzó en 2010 cuando la actriz y dramaturga Claudia Cordero participaba de un taller de dramatutgia con Marco Antonio de la Parra.
"Yo estaba buscando información para escribir una obra sobre la mujer latinoamericana, pero para mi sorpresa la violencia era un tema tranversal que se repetía desde el proceso de conquista y colonización".
Durante esa investigación temática fue que conoció el caso de Ernestina Ascencio, indígena Náhualt ultrajada en 2007 por un grupo de militares. Este crimen estuvo marcado por la intervención de autoridades mexicanas que trataron de ocultar la responsabilidad de los uniformaos, a tal punto que el mismo presidente de turno -Felipe Calderón- declaró en la televisión mexicana que la muerte de la indigena había sido por causas naturales.
LA HISTORIA
La historia de Ernestina Ascencio se metió en la cabeza de Claudia y la inspiró a escribir "Brava Mestiche". En 2014, con el financiamiento del Fondo Iberescena, se trasladó al México para realizar una residencia en dramaturgia con Antonio Zúñiga, un destacado y prolífico hombre de teatro del Distrito Federal, fundador del Carretera 45 un espacio de creación y producción escénica. Su estadía duró un año, lo cual le permitió empaparse de la cultura de ese país, conocer de cerca cómo ciertas dinámicas develan la violencia que subyace en las relaciones entre hombres y mujeres.
VIAJE
También viajó a la Sierra de Zongólica, donde ocurrieron los sucesos que inspiraron su obra. Claudia cuenta que la gente del pueblo evade hablar del caso de Ernestina, pero que su paso por la comunidad complementó su mirada sobre el lugar.
"Fue una carga de energía ver el mundo detenido. En el 2014 todavía se vivía como en el 1900. Los hombres aún hacen sus trámites con papeles, no existe lo digital, pero al mismo tiempo me hizo comprender la globalidad del mundo, por ejemplo, me encontré con productos chinos en los mercados indígenas, a las mujeres con prendas de ropa china y eso impacta, al igual que el sometimiento a nivel intelectual."