Gian Perfetti Cornejo - La Estrella de Valparaíso
Desde que la Plaza O'Higgins de Valparaíso cerró su perímetro hace más de dos años, los comerciantes que rodean la zona, en especial aquellos que se ubican en las calles Victoria y Uruguay, enfrentan la drástica baja de peatones que circulan por el sector, lo cual se traduce en pérdidas económicas que, incluso, alcanzan hasta un ochenta por ciento menos de ingresos para sus bolsillos.
"A nosotros se nos ha ido casi toda la gente que venía los sábados y domingos", declara Nelson, artesano y fundador de la Feria de Antigüedades que, actualmente, funciona por el costado de calle Uruguay.
Para Nelson, el cierre de la plaza obliga a los vendedores ambulantes a instalarse al interior de la feria en los días que esta no funciona, motivo por el que muchos turistas y compradores ya no se acercan al recinto.
"El que viene en la semana, mira hacia arriba y dice: Feria de Antigüedades y Libros. Mira hacia abajo y ve ropa usada, los brickeros jugando, comida por aquí, comida por acá, un patio de comidas", señala el artesano. Agrega que de la apertura de la plaza sólo escuchó rumores de que las obras, podrían terminar entre 2019 y 2020.
Otra de las comerciantes afectada por la baja de clientes es Carola, quien atiende en el kiosko ubicado en la esquina de Victoria con Uruguay.
"La gente, al ver la plaza cerrada, no se viene para acá. Todos transitan por Pedro Montt. Por aquí no anda nadie", afirma Carola, quien agrega que antes la gente que llegaba al lugar recorría toda la cuadra; algo que no ocurre desde que la zona se encuentra amurallada.
Inmundicia
Pese a que el cierre de Plaza O'Higgins genera grandes dificultades para los comerciantes que se encuentran a su alrededor, éste no es el único problema al que a diario se deben enfrentar.
En efecto, la basura y los charcos de orina también se transforman en una postal recurrente de la calle Uruguay, motivando a decenas de peatones a no circular por la arteria.
"Hay clientes que vienen y me dicen que no quieren volver de nuevo porque está muy sucia la plaza. El último fin de semana largo que hubo no vino nadie", señala uno de los vendedores de la Feria de Antigüedades del sector, quien prefirió no revelar su nombre.
Delincuencia
Además de la inmundicia en el sector, los comerciantes aseguran que el aumento de los robos y el tráfico de drogas existente en la zona también influye drásticamente en la baja de las ventas en los alrededores.
"De repente hay un robo, la gente se dispara y se va al tiro", declara Nelson, trabajador del anticuario de Uruguay.
"A uno le llega a dar pena ver cabros de doce, trece, catorce, quince años pidiendo plata para comprar droga", señala otro de los locatarios del sector. Reconoce que estos problemas se producen a pesar de la alta presencia de Carabineros en la plaza.