Este lunes se inauguró el Sexto Festival Internacional de Cine para Niños, Niñas y Jóvenes Ojo de Pescado, certamen que este año consideró la reflexión en torno a la educación artística audiovisual con el "Primer Encuentro Internacional sobre Cine e Infancia".
La instancia internacional que se está desarrollando desde ayer y concluye esta jornada, ha contado con la participación de expertos internacionales en la materia y ha permitido a los asistentes compartir y reflexionar en torno a experiencias concretas que vinculan el cine, la infancia y la educación.
Entre los expositores, destaca la presencia de Liset Cotera, fundadora y directora del Festival Internacional de Cine para Niños (...y no tan Niños) La Matatena de México, que este año realizó su edición número 22; Ana Camuñas, en representación del Festival de Cine "L'Enfant & le 7ème art" de París, Francia que este año efectuó su edición número 24; Valeria Boggino, directora de Ojo al Piojo! Festival Internacional de Cine Infantil de Rosario, Argentina; Ignacio Agüero, cineasta y académico chileno.
Cambiar el mundo
En su sexta versión, Ojo de Pescado está relevando el respeto de los derechos de niños y niñas a ver contenidos audiovisuales adecuados a sus diversas edades y contextos, a expresarse, dar su opinión y aprender a través del cine, a jugar, recrearse y participar de la vida cultural y de las artes haciendo cine.
En este sentido, Alejandra Fritis, directora de Ojo de Pescado indicó que "por esa razón hablamos de cine para cambiar el mundo, porque si aportamos en alguna medida a mejorar la vida de niños y niñas y a respetar sus derechos, estamos aportando, junto al cine, a cambiar realidades y mundos".
El certamen es financiado por el Consejo de la Cultura, a través del Fondo de Fomento Audiovisual, convocatoria 2017. Al respecto, el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, destacó durante la inauguración del festival que "instancias como ésta permiten promover el acceso y la participación desde la primera infancia a manifestaciones artísticas, fomentando al mismo tiempo la formación de públicos críticos y activos en la construcción de nuestra sociedad. Elementos fundamentales para la institucionalidad cultural, más aún con la aprobación del "Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio".