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El policlínico de los libros

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por Daniela Pinto

Dolorosa Cotidianidad

Las fronteras no existen cuando hablamos de literatura. Los límites se desmarcan en el momento justo en que cada narrador o poeta busca su aproximación al lector, a su propio lector. En este sentido, lo que encontramos en la obra Tríplice: Narrativas de Chile, Perú, Bolivia y México, editada por el sello Cinosargo y financiada por el Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA, 2017), es un acopio de catorce escritores, cuyas voces y matices literarios no dejarán indiferente al público, por cuanto se configuran en una voz cercana, muchas veces íntima y, cotidiana.

Dentro de las temáticas que encontramos en Tríplice, la muerte y la violencia serían las más recurrentes como bien sostiene Roberto Bustamante en el prólogo del texto. No obstante, existe otro aspecto que no podemos dejar escapar si pensamos que habíamos leído todo y que la literatura solo puede ser una mera representación de la realidad. Me refiero a una dolorosa cotidianidad. Un día a día en el que después de haber experimentado el sufrimiento de los golpes, la muerte, la violación, el desencanto, la rutina, no nos queda más que despertar nuevamente sin saber si experimentaremos iguales sensaciones o el destino nos dará tregua. Es aquí donde encuentro el verdadero sentido de estos relatos: en la imposibilidad de aquel Mutatis mutandis tan apreciado por el mundo greco-latino.

Así, cada relato, cada palabra dicha se transforma en un cuchillo amenazante que nos daña los ojos cuando presenciamos a Anubis en la perrera municipal (Oscar Barrientos, Chile) colgando de un gancho, ensangrentado y moribundo. O cuando te encuentras en un vagón de un tren cuyo viaje es infinito, observando un devenir que, cual eterno retorno, continuará su movimiento sin oportunidad de mutar, como nos relata Rodrigo Ramos (Chile) o en la implacable cotidianidad que supone el amor como nos relata Isabel Suárez (Bolivia) en su relato Ruthina. O, también, cuando ves el cuerpo amado sumergido y yerto en el mar, conquistando soles submarinos (Pedro Novoa, Perú). O, al darte cuenta de que el último recuerdo y La herencia (Antonio Ramos, México) que le has dejado a tu madre consiste en el reconocimiento de tu cuerpo hecho polvo en la morgue del pueblo porque los narcos te atraparon y tu madre, la señora Mite, jamás te prohibió las juntas. Y pienso ¿Cuántas Mites existirán en Latinoamérica?

Cada oración que lees te deja una sensación de sequedad en la boca, porque comprendes que esto existe, que está más cerca de lo que crees y que la realidad no supera a la ficción, porque en este caso, en Tríplice, son lo mismo. Finalmente, todos los narradores presentes en esta antología saben que la Caja de Pandora se ha abierto y que solo nos queda enfrentarnos a los males, a la muerte, a la violencia, al ultraje, al miedo, al desencanto, a la frustración, en fin, a la vida misma.

Nombre: Tríplice.

precios: consultar a: www.cinosargo.cl

Salir del clóset

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"Sin necesidad en entrar al tema polémico de que los homosexuales nacen o se hacen, yo desde niño tuve pulsiones. Todos los homosexuales, desde mi época, hemos sido educados bajo una heteronorma. Cuando era adolescente comencé a tener parejas homosexuales, siempre escondido de mi familia. Mi familia se enteró a raíz de una pareja que tuve, que me escribía cartas y tarjetas. Así me hicieron un juicio en la casa. Toda mi familia me estaba esperando para que rindiera cuenta de esa material que había encontrado y que evidenciaba mi homosexualidad. Me pidieron explicaciones. No lo negué, y me pareció humillante. A partir de ahí comenzó una relación incómoda en mi casa. Fue un detonante para dejar Oruro, mi ciudad natal, y llegar a La Paz para estudiar literatura. En La Paz conozco a este grupo de maricones del Movimiento Marica, que estaban muy conectados con Pedro Lemebel y me sumo a ellos. Y eso fue un empoderamiento a nivel personal, que me permitió asumir la homosexualidad y hacerme responsable de lo que soy".

[Cultura Urbana]

Soliz: escritor y voz de la comunidad LGTB en Bolivia

A través del programa radial "Nación Marica", este fans de Lemebel batalla a diario contra la discriminación hacia los homosexuales en La Paz.
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Rodrigo Ramos B. - La Estrella de Valparaíso

Edgard Soliz Guzman es escritor, oficio que envuelve al poeta, narrador y cronista. En La Paz, Bolivia, es activista en el "Movimiento Maricas Bolivia" y conduce el programa de radio "Nación Marica" que emite a diario la radio Líder de ese país. "En el programa abordamos temas de agenda LGTB, pero también no descuidamos temas de coyuntura social, ni política que vive el país en estos momentos", dice.

Gran parte de la literatura de Soliz está enfocada a la temática de la homosexualidad. Esta entrevista la realizamos en el marco del lanzamiento del libro de cuentos Tríplice, que se desarrolló en Tacna, Perú, y que aunó bajo la editorial Cinosargo, a autores de Perú, Bolivia (entre ellos Soliz), México y Chile.

-¿Considera que el indigenismo es machista?

- Recién una feminista importante en La Paz, sacó un libro que se llama Libertad Sexual. Ella plantea que el discurso machista en el indigenismo binario nunca estuvo peleado con la homosexualidad. Eso, es una imposición de la conquista. En Bolivia una lógica es el chacha warmi donde se entiende al hombre y a la mujer, y a partir de la pareja se desenvuelve todo. Uno puede llegar a ser autoridad en la medida que tengas o respondas a la heteronorma, sin embargo estas presencias homosexuales en los pueblos indígenas si existen.

-¿De qué manera se evidencian?-

-Hay un señalamiento directo de esas sexualidades que están afuera de la norma, como el mismo marica, que se instala en el imaginario fuera de lo políticamente correcto que es lo gay. Nosotros posicionamos un discurso marica que asumimos como político, porque se enfrenta a lo gay que reproduce latinoamérica como una neocolonización que viene del primer mundo. Lo marica, en cambio, interpela al modelo hegemónico de sociedad andina en Bolivia. De ese modo creo que generamos una especie de fractura e incomodidad. Asumimos el tema marica desde lo indígena, desde lo cholo. Creemos que lo gay está sanitizado, es decir lo gay no va asumir lo indígena ni lo cholo.

-Entonces, qué es lo gay para usted

-La juventud, el estereotipo musculoso, blanco y joven. Nosotros no funcionamos en base a esa lógica, sino que queremos posicionar ésta otra de forma de vida de la homosexualidad en Bolivia.

En primera persona

-Ha recibido amenazas por su labor.

-Sí. Las primeras veces que hacía el programa, del tipo: "como es que ustedes maricones se atreven a hacer un programa de radio… ". A la gente le incomoda, y nos interpela. Cómo es posible que maricones estén en un medio de comunicación. Otra cosa es que los medios de comunicación aborden el tema LGBT y lo hagan de una suerte de usurpar esa voz, por es importante para nosotros posicionarnos en primera persona y hablar por nosotros mismos.

-¿Cómo es la movida gay en La Paz?

-En La Paz se pueden identificar a los boliches de ambiente. Nosotros no creemos en eso de encerrarse entre cuatro paredes para ser libres.