Que los medios de comunicación chilenos hayan reaccionado como si Nelson Acosta hubiese dejado este mundo, es muestra que en nuestro país la enfermedad de Alzheimer (EA) sigue siendo tomada como un equivalente a la muerte social. A menos que esté siendo entrevistado un profesional de la gerontología o la geriatría, las imágenes que los medios describen y muestran son en su mayoría fatalistas, lo cual desemboca en la construcción de un "estigma" o conjunto de atributos negativos que, según el sociólogo estadounidense Erving Goffman, vuelve a una persona o conjunto de personas, susceptibles a la discriminación, exclusión y pérdida de estatus. Este 21 de septiembre pasaremos nuevamente por un Día Internacional del Alzheimer y en Chile sigue primando la desinformación versus las tan urgentes políticas públicas que necesitamos que pronto estén operativas para que por fin las personas enfermas y familiares puedan recibir el apoyo que merecen y que, por cierto, constituyen un derecho que próximamente el Estado estará obligado a garantizar, dado que el pasado 1 de septiembre de este año la Presidenta de la República firmó la Convención Interamericana de Derechos de las Personas Mayores. Hago un llamado a que contribuyamos a poner a la EA en su lugar, con información objetiva. Se trata de una enfermedad más, que tiene factores de riesgo, factores protectores, medios de diagnóstico, tratamientos farmacológicos, no farmacológicos, etc. Si la hacemos equivalente a una "muerte social" solo contribuiremos a que la personas sigan ocultando sus primeros síntomas por temor a ser borrados de la vida social, como le ocurrió a Don Nelson Acosta.
Javiera Sanhueza Chamorro
Directora de Think Ageless -
Pensar sin Edad