Hispanos y ruleteros, dos históricos protagonistas
Ambos elencos ya han definido títulos, midiéndose entre sí. Hoy son los líderes indiscutidos del Transición y por esas cosas del fixture, se medirán en la última fecha.
Observar a la Unión y Española y Everton en lo más alto de la tabla de posiciones disputando -palmo a palmo- el liderato del Transición 2017, nos hace repasar y recordar viejas e imborrables batallas dadas por hispanos y viñamarinos, en épocas pasadas. De hecho, varios de los títulos -de uno y otro- fueron el fruto de una fervorosa lucha entre ambos protagonistas, los mismos que hoy en día encabezan la tabla de posiciones -y en calidad de invictos- con 16 y 14 unidades, respectivamente.
El título obtenido por Everton en 1950, el primero del elenco viñamarino y el primero conseguido por un equipo de provincia, se definió -curiosamente- en enero de 1951 y en una súper final con Unión Española. Jugadas las 22 fechas de aquel torneo, ruleteros e hispanos terminaron igualados con 30 unidades en el primer puesto. Ambos ganaron 12 de sus compromisos, tuvieron 6 empates y cayeron en 4 ocasiones. Y si bien la diferencia de goles favorecía a los viñamarinos (+23 contra +15), las bases establecían un partido de definición que se jugó el domingo 14 de enero de 1951 en el Estadio Nacional y en donde Everton, con tanto del inolvidable René Orlando Meléndez Brito. De acuerdo a lo escrito en el libro "Historia de los campeones" del periodista Edgardo Marín (pag. 103), "los noventa minutos terminaron igualados en blanco. Se juega el minuto 13 del primer tiempo de alargue... Meléndez, en un alarde de su celebrada pericia, sortea al golero (Hernán Fernández) y entra con la pelota en el arco. Ganó Everton y todo Viña se vació en la estación para recibir al carro triunfal que traía a los campeones. Al año siguiente, la UE se cobró revancha al superar en una nueva final al Audax Italiano, mientras que en 1952 fue Everton -ahora por puntaje- quien baja su segunda estrella.
La final del '76
Veintiséis años tuvieron que pasar, para que Everton y la Unión Española se volvieran a enfrentar en una final. Y no fue una... sino que dos inolvidables definiciones las que terminaron con los dirigidos por Pedro Morales con su tercera estrella. Al igual que en 1950, ambos terminaron igualados (ahora con 53 unidades) y había que volver a definir el título en el Estadio Nacional. Esta nueva final se programó para el jueves 25 de noviembre y se jugó con 68.515 espectadores en las tribunas... y unos cuarenta mil de ellos, viñamarinos. La igualdad sin goles en los 120 minutos de juego (se jugó con alargue), obligó a programar una nueva final... dos días después. Así, el 27 de noviembre -otra vez en Ñuñoa- Everton volvió a medirse con el elenco hispano, venciendo esta vez por 3-1 con tantos de Sergio Ahumada y Mario Salinas y José Luis Ceballos.
2 de los cuatro títulos que tiene Everton, fueron obtenidos en finales jugadas ante la Unión Española.