Alertan por violencia en pololeos juveniles
En el Insuco de Valparaíso, autoridades llamaron a denunciar todo tipo de agresiones.
Entregar la clave del Facebook -y otras redes sociales- como prueba de confianza. Revisar el celular del otro. Prohibir relacionarse con amigos y amigas, e incluso con la familia. Controlar la forma de vestir. Y el chantaje emocional, son sólo algunas de las formas de violencia que se ejercen en el pololeo.
Dinámicas que evidencian una relación insana, que lamentablemente son más comunes de lo que uno cree entre los jóvenes de la región de Valparaíso. Así lo asegura, María José Herrera, trabajadora social y encargada regional de la Fundación Honra, quienes trabajan por la equidad de género y no violencia en la pareja.
"Efectivamente, la temática de la violencia en el pololeo es un tema transversal. Y los elementos que tienen que ver con los datos estadísticos así lo reflejan. Por ejemplo, desde el Instituto de la Juventud (Injuv) se habla de un 88% a nivel nacional", afirma Herrera.
Y explica: "La violencia en el pololeo es tan minuciosa y específica, que muchas veces los chiquillos no alcanzan a percibir que están involucrados en temáticas de violencia".
Señales
En ese sentido, los resultados de un estudio que María José Herrera realizó hace algunos años en el Instituto Superior de Comercio (Insuco) Francisco Araya Bennett de Valparaíso, fueron reveladores. Ya que efectivamente surgieron elementos que reflejan que los jóvenes están involucrados en relaciones violentas, y reconocerlos es de vital importancia, cuando incluso puede salvarles la vida.
"El tema del control y el poder es transversal. También las agresiones físicas, como los empujones. Y la violencia simbólica y sicológica, son cosas que muchas veces los actitudes y comportamientos que chicos y chicas tienen súper normalizados, incluso a los adultos".
Desafíos
La encargada regional de Fundación Honra agrega que las relaciones en la adolescencia son mucho más potentes porque en esa etapa de la vida se busca el amor extrafamiliar. Entonces hay una dependencia mayor a ésta figura (pololo o polola) que está fuera de la familia.
Ahora, el desafío es sensibilizar y visibilizar. "Que los chiquillos y chiquillas tengan la capacidad de darse cuenta que efectivamente están en relaciones que son violentas y que podrían terminar en situaciones más complejas que constituyen delitos, como amenazas, violaciones o la muerte", concluye Herrera.
Campaña
"No caigas en el mismo cuento", es la campaña gestionada por la Jefatura Nacional de Delitos contra la Familia en alianza con Fundación Honra, la División de Investigaciones del Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de la Juventud. Donde a través de la exhibición de 10 microcuentos, que hablan sobre las señales de violencia en el pololeo, luego se invita a los adolescentes a reflexionar sobre ellas.
Ayer fue el turno de los estudiantes del Insuco de Valparaíso, hasta donde llegó el gobernador Jorge Dip y la seremi de Desarrollo Social, Marisol Torres, quienes hicieron el llamado a denunciar. "Cuando la violencia constituye delitos, hay que denunciarlas en Carabineros o la Policía de Investigaciones. Cuando no hay delito pero sí violencia, hay que acudir al Sernam, el Ministerio de Desarrollo Social, o a la Gobernación Provincial".