Encañonaron a niños de 1, 6 y 7 años en asalto a familia porteña
Banda armada irrumpió a balazos en hogar de cerro Alegre alto, llevándose dinero y especies. Carabineros interceptó a los delincuentes en Playa Ancha, donde uno quiso disparar a un policía. Fue reducido junto a un cómplice.
Un abrupto y violento despertar tuvo ayer una esforzada familia de la parte alta del cerro Alegre, que fue víctima de una peligrosa banda delictual. Dos de sus integrantes fueron capturados por Carabineros, que recuperó armamento, munición y un vehículo robado.
Era pasadas las 00.30 horas cuando Kevin Bernal y su familia dormían plácidamente en el segundo piso de su vivienda ubicada en calle Pezoa Véliz. La tranquilidad se vio interrumpida por los ladridos de su perra Princesa y ruidos provenientes de la reja exterior y puerta principal. Cuando Kevin se asomó por el balcón, observó que desconocidos, utilizando combos, trataban de ingresar. Incluso dispararon tres veces a la puerta de madera. "Uno me vio y me apuntó con un arma. Ahí supe que no había nada que hacer", comentó a La Estrella.
Cinco tipos a rostro cubierto entraron al inmueble portando armas de fuego cortas y largas. Otros dos esperaban en la calle, donde amenazaron a vecinos que miraban la escena. Adentro se vivía un caos. Los sujetos, que en principio dijeron ser policías, corrieron al segundo piso donde pernoctaban cuatro adultos y tres niños de 7, 6 y 1 año 2 meses, a los que intimidaron y obligaron a lanzarse al suelo.
Preguntaban de forma insistente por droga y dinero. "A mi hijo de 1 año le pusieron un arma en la cabeza, tuve que taparlo con una sábana para que no viera. Los niños lloraban y gritaban asustados mientras los apuntaban. Lo único bueno es que no nos golpearon, pero nos obligaban a mantener la vista en el suelo o de lo contrario nos iban a matar", recuerda Kevin.
Revolvieron cajones y recorrieron las dependencias, sustrayendo chaquetas, celulares, una silla de bebé para vehículo, una consola Play Station 3, un equipo de música, notebook y algo de dinero en efectivo. Todo avaluado en dos millones de pesos. "Les dijimos que no había droga ni dinero acá, que somos gente de trabajo. Ahí recién indicaron 'nos equivocamos de casa, hay muchos cabros chicos acá'. Subieron las cosas a un vehículo y escaparon".
Persecución
A esa altura, personal de la tenencia Cordillera se dirigía al lugar. La capitán Georgina Vidal, de la Primera Comisaría Sur, manifestó que los antisociales huyeron en una Hyundai Tucson por calle Guillermo Munich hacia la parte alta de Playa Ancha.
A las 01.20 horas, el oficial de ronda nocturno divisó al vehículo sospechoso en calle Telégrafo de la población Joaquín Edwards Bello. Fueron seguidos hasta la calle Aurora, donde tres ocupantes escaparon en diferentes direcciones, mientras el chofer y el copiloto bajaron armados y se metieron por la ventana a una vivienda.
Llegó un mayor contingente policial para rodear el inmueble donde estaban los parapetados. Al entrar los carabineros, desde una pieza un antisocial apuntó a un teniente, que con su arma de servicio disparó en una ocasión sin lesionar al hampón, que finalmente fue reducido al igual que su cómplice que estaba oculto en un baño.
Se recuperaron dos revólveres calibre 32 con cuatro tiros y una escopeta calibre 12 con siete cartuchos. También la camioneta Hyundai Tucson en que cometieron el delito, que estaba encargada por robo. No estaban las especies del asalto.
Los imputados fueron identificados como J.A.D.V., de 25 años, con antecedentes por robo con intimidación, e I.A.M.R., de 17, sin prontuario. Fueron derivados al tribunal de garantía por los delitos de robo con intimidación, receptación de vehículo, porte ilegal de arma de fuego y homicidio frustrado a carabinero de servicio. La fiscal Magdalena Castillo dispuso que indagaran el caso peritos de Labocar, el SEBV y la SIP playanchina. Se busca al resto de la pandilla.
La camioneta Hyundai Tucson plateada, año 2009, pertenece a Francisco Bustos, empresario hotelero y gastronómico del cerro Concepción, quien contó que le fue sustraída la madrugada del martes desde la parte exterior de su domicilio en la avenida Alemania, en el cerro Cárcel. Forzaron la chapa y el traba volante para escapar en ella. La tenía asegurada y la recuperó con daños menores. El joven espera que los antisociales paguen, lo mismo exige la familia Bernal, que vivió una aterradora experiencia a manos de estos peligrosos delincuentes.