Claudio Morales S. - La Estrella Quillota - Petorca

Fue un ramo en que les enseñaban cómo emprender sus propios negocios en el Liceo Industrial de La Calera, que a José Miguel González se le ocurrió que quería elaborar cerveza para vender y no tener jefe después.

Pero le dijeron que inventara otra cosa porque en un colegio no podían aparecer vendiendo alcohol. Pero a José, que actualmente vive en La Cruz, le quedó esa idea en la cabeza y se propuso llevarla a cabo.

Ese momento llegó este año. "Hace diez meses que comenzamos con este empredimiento familiar. Hicimos un estudio para tener un nombre que nos diferenciara y que no se estuviera utilizando con otra marca. De hecho, estamos en proceso de inscribir nuestra marca", indica González.

"Somos Chimica Beer, que es como juntar sílabas de las familiares más cercanos", cuenta José González sobre el particular nombre que le pusieron a su cerveza.

En los días libres

Este emprendedor crucino lleva poco tiempo fabricando cervezas, por lo que aún debe dedicar la mayor parte de su tiempo a su trabajo como supervisor de estructuras eléctricas en el norte del país, en María Elena.

"Tengo turnos de 9 por 5 y cuando me vengo a casa aprovecho esos días para elaborar la cerveza que hacemos, a envasarla y a distribuirla en los locales que se han asociado con nosotros", explica González, quien agrega que el grupo de estrechos colaboradores para sacar adelante la producción se compone de su esposa Camila Benavides, su padre Héctor Jil ("fue quien me crió y me dio valores"), su hija Emilia ("motor del producto") y sus hermanos Sarita y Cristopher. A ellos se suman Carlos Olivares como ayudante de procesos, y los diseñadores de GráficaMayha, que aportaron con el arte de las etiquetas.

Pero estas cervezas hay que venderlas, y en ese sentido, uno de los grandes aliados para la distribución de esta cerveza artesanal es el Rústico Bar de La Calera, aunque también hay pequeños comercios y minimarkets de La Cruz que ya tienen en sus estanterías las Chimica Beer.

Tres variedades

Con todo el esfuerzo, la dedicación e inversión que involucra un proyecto como este, José González busca que sus cervezas se diferencien claramente y se note su elaboración artesanal para marcar la diferencias y atraer a más compradores en un rubro que cada vez toma más auge y se segmenta.

"Tenemos tres caballitos de batalla por ahora. Primero, ofrecemos una cerveza stoke, tipo negra, que considera un toque a café y caramelo. Tiene 8 grados de alcohol. Otra es la cerveza bitter, que es tipo rubia, contiene 4,6 grados y tiene un toque a caramelos bitter, que son como los toffies. La otra la cerveza amber ale, que también tiene 4,6 grados de alcohol y se destaca porque tiene un toque a frutos rojos", enumera González sobre las tres variedades que tiene en venta hoy por hoy.

Palta

Pero lo de José González es la innovación, por lo que la próxima receta exclusiva que tiene en mente para sorprender a los fanáticos de la cerveza es una variedad de palta que aún está en proceso de estudio. "Debería utilizar un clarificante natural para que los fragmentos de palta queden en el fondo como concho".

Pero no es cosa de llegar y producir cerveza así no más. Hay que invertir en la maquinaria e implementación necesaria para elaborar este apetecido brebaje.

"Entre la inversión que he debido hacer, se cuentan dos máquinas choperas, solo en eso se han ido como dos millones de pesos, aunque ya está la opción de recuperar algo, ya que una de estas la arrendaré en eventos y fiestas cerveceras", dice González que intenta capitalizar la proliferación de estos eventos en la zona.

Pero es mucho más lo que debe tener este emprendedor para producir su cerveza, "las botellas se compran en una cristalería, además de muchas otras cosas que hay que tener, como cintas controladoras de PH, por ejemplo", cierra este crucino innovador.