74% de las cartas enviadas al "Viejito Pascuero" han sido apadrinadas
Diversas historias, de grandes y chicos, se reúnen en las misivas de la campaña solidaria de Correos de Chile.
Francisca es viñamarina, tiene 22 años, es estudiante y recuerda con ternura cuando era pequeña y en su candidez, llevó su carta al Viejito Pascuero y la depositó en un buzón de Correos de Chile esperando que su pedido llegara hasta el Polo Norte. Cuenta que fue tal su emoción al recibir lo que había pedido que al conocer de la campaña impulsada por Correos de Chile no pudo más que "apadrinar" una de las miles de cartas que llegan hasta este recinto y ayudar al "Viejito" con uno de los tantos pedidos que recibe.
Al igual que Francisca, han sido cientos las personas que han llegado hasta Correos de Chile, dándose el tiempo de leer las cartas que niños, niñas, mamás que han asumido solas la crianza y abuelas, muchas abuelas, han hecho llegar al Viejito Pascuero para pedir cosas tan sencillas como un par de zapatillas y hasta una modesta cena para compartir en familia.
Así lo explica Gloria Jury, jefa regional de las sucursales Quinta Costa de Correos de Chile, quien precisa que este año se han recibido cerca de 2 mil cartas de las cuales el 74% ya habían sido atendidas -fueron apadrinadas - hasta este martes.
"Estamos bien optimistas y pensamos que este porcentaje va a subir porque normalmente dejamos las cosas para última hora, por lo tanto esperamos que hoy día, mañana venga más gente a retirar cartitas", comentó la encargada.
Gloria Jury destacó que a diferencia de años anteriores, las cartas recibidas piden regalos muy modestos y simples: muchas cenas y un simple pan de pascua.
"Nos ha llamado mucho la atención el tipo de cosas que están pidiendo", acotó la jefa regional.
La encargada de Correos precisó que sólo hasta el lunes la empresa hacía el despacho del regalo sin costo al domicilio del remitente pero dada la alta demanda de estos días, en adelante deben ser los propios padrinos los que hagan llegar su regalo.
Matías tiene sólo 11 años y ayer acompañó a su mamá Marcela para leer algunas de las cartas dejadas en la oficina de correos de Viña del Mar. El estudiante se emocionó con algunas de las cartas y dijo sentirse motivado al leerlas.
"Ha sido demasiado, es fuerte, me han llegado al corazón. Algunos piden cosas caras, pero otros piden cosas muy simples. Recién leí la carta de una abuela que recibe una pensión muy baja. Es triste", comentó el niño.
"Hartas cartas de mamás solas, la verdad es que es bien triste. Hay hartos chicos que tienen a sus papás con situaciones difíciles, que no están con ellos. Es fuerte. Cuesta elegir sólo una. La mayoría son cartas de adultos, muchos adultos mayores que piden ayuda, entonces uno no puede dejar de pensar en sus papás también", comentó Marcela conmovida.