Fabián San Martín D. y Carolina Cabezas V.
Un singular caso médico protagonizó un adulto mayor porteño.
De acuerdo a datos recabados por La Estrella, el insólito suceso tuvo su génesis la madrugada del 1 de enero, cuando L.A.G.Z., de 74 años, disfrutaba del Año Nuevo junto a familiares en su casa de San Roque.
En un instante de la noche se dirigió hacia una habitación y desde un clóset extrajo un arma de fuego que era de un pariente ya fallecido. Se trataba de un revólver calibre .32, al que le extrajo algunas balas y comenzó a manipular en la mesa del comedor.
Dos proyectiles quedaron adentro del cilindro y el porteño, a modo de jugarreta, los percutó en dirección al cielo. Sin embargo, para su mala suerte, una de las balas lo impactó en la frente.
No fue al doctor
Como sangraba ligeramente, familiares quisieron trasladarlo de inmediato hasta el hospital Van Buren, pero él se negó tajantemente, alegando que el tiro sólo lo había rozado y se trataba de una herida superficial.
Con el paso de los días, L.A.G.Z presentó fuertes dolores de cabeza y acudió a una consulta de un médico particular, donde le revelaron la presencia de un proyectil que le provocó un TEC por arma de fuego.
El pasado fin de semana, tras 12 días con el cuerpo extraño en su cabeza, fue operado de la región frontotemporal derecha en el hospital Carlos Van Buren. Se recupera de forma satisfactoria y no tendría secuelas.
Al mismo tiempo, la fiscal Marcia Rivas dispuso que se diera cuenta del hecho al Ministerio Público, y el lesionado quedó a la espera de ser citado a declarar.
Un caso inusual
El neurocirujano del hospital Carlos Van Buren y profesor asociado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Germán Cueto, mencionó que "sucesos como éstos no suelen ocurrir sin presentar desenlaces fatales en las víctimas". Sin embargo, en esta situación específica, el especialista indicó que la posición en que el tiro fue realizado y la manera en que el proyectil se alojó en la cabeza del afectado, fueron las causantes de que el hombre no falleciera en el lugar.
Sobre los dolores de cabeza que el afectado presentó, el profesional de la salud agregó que probablemente se debían a la región en que la bala quedó alojada en la cabeza del hombre. "La presencia de un cuerpo extraño cerca de las meninges puede provocar dolor", indicó.
Cueto además mencionó que la bala pudo haber estado alojada durante un largo tiempo en la cabeza del hombre y no presentar dolores ni daños: "La bala puede permanecer en el cerebro y quedar ahí por un tiempo, hasta que los líquidos del cerebro comiencen a deshacer la bala. Una vez que el plomo se comienza a expandir, se presentará un problema grave ya que el plomo es tóxico", explicó.
El neurocirujano además mencionó que accidentes como éstos no se ven a menudo en las salas de urgencia.