Mauricio Oyanedel V.

Las primeras palabras de Diego Orellana, tras su retorno al equipo oro y cielo, estuvieron cargadas de un tono de revancha y es que no es para menos. Volver a la institución que le dio la oportunidad de entrar al fútbol profesional, después de un exitoso semestre en Primera B, es un aliciente que lo motiva para dar nuevamente la pelea por un lugar definitivo en el plantel.

El oriundo de San Vicente, quien debutó en Everton el 2010, confesó que más allá de su buen rendimiento en el cuadro cementero el pasado torneo de ascenso, no esperaba que Pablo Sánchez, técnico ruletero, lo volviera a llamar tan pronto. "Me sorprendió, porque yo ya estaba entrenando el viernes en La Calera y me llamaron. Él ( Pablo Sánchez) me dijo que iba estar considerado. Nunca pensé que mi vuelta iba a ser tan rápida", confesó. Pero más allá de la sorpresa, el también ex Puerto Montt, entiende que ésta es una nueva oportunidad. Una especie de revancha para ir consolidando su aún joven carrera: "Esta vez me tocó volver, aunque no fue decisión mía cien por ciento. Pero lo tomo como lo he hecho siempre, con profesionalismo. Muchas veces tuve que poco menos comerme la "mierda". Tuve que ir a La Calera a demostrar que era buen jugador y me dieron la oportunidad de hacerlo", comentó.

Agradecido de esta nueva chance en Viña del Mar, el mediocampista también agregó que "esto lo tomo con la seriedad que corresponde. Volver al equipo que me vio nacer, que me entregó las armas y la posibilidad de ser futbolista profesional. Vengo con esa responsabilidad y con todas las ganas de triunfar y de demostrar lo hecho en La Calera, quiero sumar y ser un aporte".

Lleno de ilusión

El auspicioso presente del equipo viñamarino es algo que seduce a todo jugador. La posibilidad de luchar en lo más alto del campeonato local y de participar en duelos internacionales, le abre el apetito a cualquiera. Diego Orellana bien sabe lo anterior y ya vislumbra lo que será esta nueva etapa con el escudo evertoniano en el pecho. "Claro que me ilusiona. Me tocó ir a ver varios partidos del torneo pasado porque vivo al lado del Sausalito. Así que siempre que no tenía que jugar por La Calera iba a verlos. Me ilusionaba esa forma de trabajar del equipo".

Sobre el nivel de sus compañeros y lo mucho que deberá esforzarse para agarrar camiseta de titular, el volante contó que " ya había trabajado con el profe y con los compañeros. Que son jugadores de jerarquía, como Cristián Suárez y el "Pato" Rubio. También hay varios que han jugado campeonatos internacionales y que ya llevan tres torneos locales peleando arriba. Por eso uno se ilusiona con estar entre los once, quiero estar ahí y pelear un puesto con ellos".

Mayor regularidad

Después de ser uno de los fijos en la campaña que devolvió a los cementeros al fútbol de honor, Orellana dijo que "en Calera tuve la regularidad que antes no tenía. Además demostré cosas que varias personas no pensaban de mí y entonces se me abrieron las puertas acá de nuevo". Agradecido de su paso por el equipo del interior, donde la importante suma de minutos en el medio campo calerano le permitió ser reconsiderado por el técnico rosarino, concluyó diciendo que "me encariñé con la ciudad y con los hinchas. Me hicieron sentir bien. Aparte tenía a Fernando Saavedra y al "Paco" (Sánchez) con los que me llevaba súper bien. Había varios que no querían que me fuera. Pero fue decisión del cuerpo técnico y yo lo tomé así, con la responsabilidad que corresponde. Tengo que reafirmar ahora lo que hice en Unión La Calera".