Nicolás Arancibia Bórquez

Mientras la mayoría de los hinchas wanderinos presentes la noche del martes en el estadio Elías Figueroa celebraba la anotación de Rafael Viotti en marco del duelo de Copa Libertadores entre caturros y los peruanos de Melgar, un grupo más reducido protagonizaba serios incidentes a la entrada de la Galería Norte del recinto.

Según Jorge Dip, intendente (s) de Valparaíso, lo que sucedió fue que "mientras estaba iniciando el partido, por motivos que todavía estamos investigando, se cierran las puertas de la Galería Norte, y ello gatilla algunos incidentes fuera del estadio y algunos dentro del mismo en el vomitorio N°3 de la galería. Fue un grupo menor en comparación con la cantidad de gente que se encontraba y lo más importante es que Carabineros actuó y se pudo devolver prontamente el orden".

Dicha versión, es corroborada por Pedro Gutiérrez Beltrán, fanático wanderino de más de 70 años y que, junto a su hijo y nieto, llegaron 40 minutos antes de que iniciase el partido, y sin quererlo, fueron protagonistas del lamentable hecho. "Esto es un tema que se repite constantemente en los partidos de Wanderers, nosotros venimos a Galería Norte porque a mi nieto le gusta estar con la barra. Llegamos y había apenas dos validadores para poder entrar al estadio. Yo saqué la cuenta, y cada uno se demoraba 10 segundos en ir haciendo pasar a la gente. Es cosa de sacar la cuenta: dos validadores, en una hora pueden hacer entrar apenas a 70 personas al estadio y eso no puede ser. Esto al final provocó que se fuese llenando el espacio, los ánimos se caldearon, y empezaron a volar cosas, Carabineros comenzó a agredir a los hinchas que allí estábamos, imagínese, que yo lo único que atiné fue a proteger a mi nieto mientras nos pegaban", confesó el forofo porteño.

Este segundo testimonio, eso sí, se contrapone con lo señalado por Nelson Hevia, jefe de seguridad de Wanderers, quien luego de aclarar que "nosotros, como club, no estamos de acuerdo y no compartimos los hechos de violencia que se produjeron", aclaró que "nosotros teníamos más guardias de los que correspondían por resolución y también más validadores. En el sector norte, donde se produjeron los hechos, estaban en el momento preciso los validadores que corresponden, y lo que ocurrió fue que el atochamiento de la gran cantidad de gente que llegó tarde al partido, ya iniciándose éste, originó un denominado "reventón". El hecho puntual de por qué se origina esto, está en una investigación con el fin de saber por qué y quién dispuso del cierre de puertas, algo que a nuestro juicio, no debió haberse realizado".

La investigación

Desde la concesionaria porteña afirman que ellos no fueron quienes enviaron a cerrar las puertas del sector norte del recinto porteño. Según se pudo averiguar, habría sido personal policial quien habría cerrado estas rejas en un principio, como también quien las abrió una vez que los incidentes comenzaron a crecer.

Todas estas dudas deberían ser resueltas en los próximos días, una vez que finalice la investigación junto con el proceso sancionatorio anunciado por Jorge Dip, quien amparado en la ley 19.327, buscará encontrar qué gatilló los hechos que acabaron con "un policía lesionado producto de las escaramuzas, además tres detenidos, dos de ellos por maltrato de obras a carabineros", según informó la autoridad.

Otro foco a investigar, eso sí por otro ente, será el lanzamiento de fuegos artificiales por parte de la parcialidad wanderina durante el desarrollo del compromiso jugado la noche del martes.

Desde la Conmebol, el Decano del fútbol chileno podría ser sancionado con la imposibilidad de jugar con público en un futuro duelo internacional regido por el máximo ente sudamericano.

Como si esto fuese poco, a raíz de los propios incidentes y la pirotecnia, el intendente (s) confirmó que habrá una "denuncia que haría Estadio Seguro (a Santiago Wanderers como organizador), que podría llevar a algunas multas que pueden llegar, en algunos casos, a las 1.000 UTM".