Yo soy una trabajadora de un kiosko en Viña del Mar y quisiera saber en que momento las cosas serán correctas. Nosotros pagamos patente y permiso semestral y no podemos no hacerlo porque no podríamos trabajar.

Además de lo incomodo y pequeño que es un kiosko y las trabas que se tienen para poder crecer como trabajador, sin contar con el detalle que la gente ya casi no compra diarios como antes, es decir, no leen y por ende bajan las ventas. ¿Qué quiero expresar con esto?

Mi descontento como trabajadora que paga lo que le cobran, mientras los vendedores de la calle ganan cifras que al menos nosotros no estamos ni cerca de lograrlo.

Lo peor es que a uno la fiscalizan y molestan, lo que impide trabajar tranquila y es como si estuviera haciendo las cosas mal.

En este país no se entiende qué es correcto y qué no lo es. Yo trabajo con mi madre de 93 años, lo cual es todo un sacrificio. A veces no vemos ganancias y esta gente que trabaja en la calle obtiene dividendos importantes, los que no digo que no tengan derecho a ganarse, pero deberian pagar igual que nosotros para poder tener derechos, sin olvidar los deberes.

María Maldonado