En todas las actividades cotidianas de la vida, para una buena convivencia comunal lo fundamental, es el respeto mutuo entre las personas. Para ello no importa la condición social ni económica.
En muchos sectores de la ciudad hay un problema latente, que se ha convertido en un cuento de nunca acabar. Hay pasajes donde muchos vecinos tiene la suerte de tener más de un vehículo (hasta cinco y más) incluyendo algunos de alto tonelaje. El problema no es tener muchos vehículos sino que, el quitarle los espacios a los que ven como su lugar es ocupado y tener que andar de puerta en puerta solicitando que los saquen para estacionar el propio . A esta situación hay que sumarle la gran cantidad de vehículos en malas condiciones que también contribuyen a limitar los espacios. Muchos argumentan que la calle es libre, ante lo que estoy totalmente de acuerdo, pero eso no significa que se puede vulnerar los frentes de otras viviendas y apoderarse de un pasaje o una calle. Hay que usar el sentido común y ponerse en el lugar de los afectados.
Con respecto a los vehículos en mal estado, en una oportunidad, sugerí una desarmaduría municipal. Que la municipalidad comprara los vehículos en mal estado y vendiera repuestos. Sería una forma de limpiar la ciudad y generar un ingreso extra.
¡Ojalá que la municipalidad le ponga el cascabel al gato! en beneficio de todos.
Carlos Valenzuela Araya