Claudio Morales S.
La campaña de San Luis ha ido en declive en este campeonato, pues tras el prometedor arranque con victoria ante Curicó, el cuadro canario no ha sabido más de victorias, y eso lo ha resentido en la cantidad de hinchas que han llegado a los partidos jugados en el Lucio Fariña.
En el estreno, y pese a jugarse el lunes, la ilusión del debut hizo que ante los curicanos llegaran 2.562 fanáticos, que pudieron celebrar el gol agónico de Lucio Compagnucci. Después de esa primera fecha, en los restantes partidos en casa bajó la cantidad de público, y coincidentemente esos incondicionales no supieron más de triunfos ni de goles del equipo de Miguel Ramírez.
En la derrota por la mínima ante Palestino en la cuarta fecha, al recinto de calle Bulnes asistieron 2.155 espectadores, y en la última fecha en el empate en blanco con Iquique, solo llegaron 1.871 hinchas.
Opinión siempre autorizada en Quillota es la del historiador Francisco Manzo quien, conocedor de la historia de San Luis, opina que si en el último duelo como local no se superó la barrera de los dos mil espectadores, es porque "tiene mucho que ver el tema de la televisión, súmale que San Luis no ha ganado y que ese partido (con Iquique) se jugó un domingo que era como el final del verano. Pero San Luis tiene siempre tiene una vara de dos mil, dos mil doscientas personas que no bajan durante todo el año, excepto en los partidos con los equipos grandes, que va más gente".
Sobre si la campaña que cumple el elenco canario en el presente campeonato, tiene decepcionado al hincha, Manzo cree que "no es tan así, aunque sí hay una parte de la hinchada que manifiesta molestia, pero tú sabes que nunca hay que creerle a las redes sociales, porque a veces, los que más hablan pueden que no representen a la mayoría. Hay gente que es incondicional, que es mucha de la que va siempre, como yo por ejemplo, que nunca me voy a ir contra el entrenador o algún jugador. Tendría que pisar la camiseta alguien para que yo me enoje".
Manzo pone en la balanza la actual situación de San Luis. "No estamos pasando por un buen momento, pero estamos en Primera, no es fácil, no es Primera B, y no somos un equipo grande tampoco. La gente cree que es llegar y pararse contra la U o Colo Colo. Además, si nos comparamos con otras ciudades, como Iquique o Antofagasta, hay que darse cuenta de que duplican o triplican a Quillota en cantidad de población", concluye Manzo.
Negocio que aleja
Quien tiene muy claro los vaivenes de la asistencia del público es Mario Figueroa, fiero defensor que vistió la casaca amarilla en la década del 80. Para el ex compañero de Pato Yáñez, Pindinga Muñoz y compañía, "como en muchas partes, en Quillota es el equipo el que debe levantar al público, y si hay una mala campaña, es lógico que la gente comience a asistir menos al estadio. Yo cuando llegué a San Luis tampoco iba mucha gente, pero después cuando ya se consolidó un buen equipo, sí jugábamos con mucha gente en las tribunas. En esos tiempos, si llegaban cuatro mil personas se consideraba poco".
Figueroa contrasta esos tiempos en que todos iban al estadio, con lo que sucede ahora, en que el tema seguridad preocupa a muchos. "El estadio en Quillota nunca se va llenar, porque también las autoridades ponen trabas, y en un partido con Colo Colo por ejemplo, imponen un aforo de 4.500 personas, siendo que en el estadio caben cómodamente como 7.500 personas. Pero con esto de los partidos de alto riesgo, también se asusta a la gente. Cuando hay desmanes o peleas, con suerte se van cuatro detenidos cuando en realidad se deberían ir presas cien personas. Entonces, ¿qué hace la gente?, mejor se abona al CDF, así evita problemas y le sale más barato. Al final es todo un gran negocio", acusa Figueroa.
La Estrella Quillota - Petorca