Tras el revés sufrido ante Ñublense como forastero, el plantel wanderino se retiró casi por completo en silencio de las instalaciones del Nelson Oyarzún de Chillán. El cambio en la actitud mostrada en la fecha anterior había sido un golpe anímico para los jugadores, quienes estaban convencidos que ante la "longaniza mecánica", volverían a abrazarse.

Así lo confesó al menos el delantero Manuel Villalobos, quien explicó que "después del triunfo ante San Felipe nosotros pensamos que ya era el despegue. Hicimos un buen partido, tuvimos jugadas claras para habernos quedado primero con la ventaja. Nos seguimos entregando por entero a la causa, al objetivo que es tratar de ascender, quedan muchas fechas todavía, el equipo ha levantado mucho y no me queda la menor duda que vamos a ganar más de lo que vamos a perder".

En relación al trámite del compromiso, el artillero ex Deportes Iquique apuntó hacia la falta de finiquito del equipo, recalcando que "fueron dos tiempos totalmente distintos, nosotros salimos con las ganas de poder abrir la cuenta, tuvimos la más clara antes del gol de Ñublense, y después por un error nuestro terminan convirtiendo. Después en el segundo tiempo fuimos con más ganas a buscar el empate y no pudimos estar finos en los últimos metros, y creo que a lo mejor el empate pudo haber sido lo más justo".

Nicolás Arancibia Bórquez

Resulta imposible negar que con Moisés Villarroel en la banca caturra, el plantel de Santiago Wanderers ha tenido un cambio de actitud a la hora de enfrentar los partidos. A pesar de la derrota sufrida el día domingo ante Ñublense, el plantel porteño realizó un correcto compromiso ante uno de los equipos que está arriba en la tabla de posiciones de Primera B. No obstante aquello, hoy el Decano suma siete puntos en igual cantidad de duelos jugados, ubicándose en la decimotercera ubicación del torneo.

Aunque todavía restan 23 duelos por jugarse a lo largo del año, y si bien el equipo solo depende de su propio rendimiento para volver al fútbol de honor en nuestro país, los números que hoy ostentan los verdes los alejan de la posibilidad de, al menos, obtener el cupo de ascenso directo que se entrega al equipo que obtenga más puntos a lo largo del año, más aún si los comparamos con los puntos obtenidos por los equipos que lograron subir de categoría en los últimos cinco años.

Las campañas

En el 2017, Unión La Calera y Curicó Unido subieron a Primera División. Los cementeros se coronaron en el Transición de aquel año, y en sus primeros siete duelos enrrielaron 16 puntos. Los curicanos, por otro lado, ganaron su boleto al ser el mejor de la temporada 2016/2017, y a la altura de la séptima fecha, ya acumulaban 15 unidades.

En el torneo 2015/2016, Deportes Temuco y Everton volvieron a primera. Los del sur fueron los mejores de la temporada y en siete fechas ya sumaban 16 puntos, mientras que los oro y cielo ganaron la final anual, y para la séptima jornada, ya acumulaban 13 puntos.

El campeonato del 2014/2015 solo entregó un cupo de ascenso, que fue ganado por San Luis. Los canarios, a esta misma altura del torneo, ya tenían 14 unidades a su haber.

Repasando la temporada 2013/2014, San Marcos de Arica y Barnechea fueron los elencos que se quedaron con la gloria. Los del norte, quienes fueron los mejores de aquel campeonato, se quedaron con el cupo a primera y para la jornada número siete, ya tenían en su bolsillo la suma de 14 puntos. Barnechea, por otro lado, es quien más se acerca al rendimiento del Decano. Los "Huaichocheros" tenían nueve puntos luego de disputar sus primeros siete partidos, terminando el torneo en la tercera ubicación de la tabla general, algo que hoy a los porteños les serviría mucho, pensando en la liguilla postemporada.

Finalmente, en el año 2013, la Universidad de Concepción también subió luego de una liguilla. Los penquistas fueron segundos de la Zona Sur con 22 unidades, aunque en su séptimo partido, ya acumulaban siete unidades en su cuenta de ahorros.