Cada cierto tiempo aparece en los medios alguna noticia de mi padre Jorge Castillo Salazar, más conocido como el "Loco" Castillo y para mí es necesario escribir esta carta en virtud de aclarar la situación familiar y la situación mental que lo queja.

Efectivamente, a mediados de los años 90 fue muy conocido siendo presidente de Everton pero no fue tan público el trastorno bipolar que padece. Durante ese periodo dado a su condición gatilló síntomas psicóticos y problemas de comportamiento. Fue una época muy difícil para nuestra familia dañando irreparablemente el patrimonio y las relaciones en su entorno.

El problema además es que muchas personas que padecen trastorno bipolar con estados maniacos no aceptan su condición mental, esto impide que acepten la ayuda médica y familiar.

Las familias que tienen algún integrante con este tipo de enfermedad se resienten mucho ya que es difícil de controlar y en su caso evoluciona a la cronicidad.

Luego de varios conflictos y situaciones límites hace algunos años hemos optado por no involucrarnos con las actividades, intereses y participaciones que tenga Jorge Castillo Salazar como personaje público llegando en la actualidad a no tener ningún tipo de relación.

No podemos simplemente hacernos cargo de él y lamentamos profundamente este hecho ya que no existe legislación que obligue en el caso de enfermos bipolares a someterse a tratamiento.

Advierto a quienes tengan relación con él a precaución respecto a cualquier tipo de negocio o compromiso dado a su condición es muy riesgoso llevar a cabo emprendimientos, lo mismo para posibles cargos públicos.

Finalmente quiero agradecer por el apoyo que siempre hemos tenido de familiares y amistades, los cuales conocen nuestra integridad, el esfuerzo que hacemos día a día como todo ciudadano trabajando honestamente y el compromiso de sacar a nuestros hijos adelante.

Jorge Rodrigo Castillo Jaque