Matías Valenzuela

Positivas fueron las noticias emanadas desde el hospital Carlos Van Buren respecto del actual estado de salud del bebé de siete meses que sufrió graves lesiones que lo tuvieron con riesgo vital, bajo circunstancias que investiga la justicia.

El hecho quedó al descubierto el pasado domingo en El Quisco, cuando una mujer llegó desesperada a un Cesfam junto a su bebé, este último con evidentes lesiones en su cuerpo y rostro. Más tarde, con el actuar de Carabineros se estableció que, presuntamente, el padre del pequeño le habría propinado una golpiza, lo que movilizó a las policías locales y la Fiscalía.

El lactante, de apenas siete meses de edad, se encontraba con riesgo vital a causa de dos fracturas y varios golpes en su cuerpo, por lo cual fue derivado al hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, donde pudo ser estabilizado por el personal médico del recinto porteño. Con el correr de las horas, su diagnóstico fue mejorando.

"Afortunadamente, hoy día podemos decir que sufrió lesiones graves, pero ninguna de ellas está comprometiendo su vitalidad. Está hospitalizado, con tratamiento por sus fracturas y golpes, pero en una condición de mucha estabilidad y sin ningún riesgo", resumió el director del recinto médico, doctor David Gutiérrez.

El facultativo agregó que ninguna de las lesiones implicará secuelas permanentes, pues el bebé "ha evolucionado de buena manera y las complicaciones que se temieron no ocurrieron, él tiene unas fracturas costales y varios hematomas, pero como dije, ninguno de ellos de gravedad".

¿accidente o agresión?

Al consultarle si es que pudieron establecer que las heridas sean atribuibles a terceros, el doctor Gutiérrez fue cauto y precisó que "no nos podemos pronunciar. En estos casos, lo que se hace es un pre informe que hace sospechar que las lesiones no tienen una concordancia con el correlato, pero muchas veces tenemos que encontrar en el contexto en que se dan. Hay mucho nerviosismo de parte de las personas que lo traen, por lo tanto, por ahora, nosotros sólo establecimos el protocolo de todo niño que tiene lesiones graves".

Durante todo este proceso médico, el niño ha sido acompañado por una de sus abuelas. Por ahora los esfuerzos se concentran en la estabilización del lactante, quien se mantiene en una sala de cuidados medianos, a la espera de continuar la evaluación del entorno social de su condición, para eventualmente entregarlo a quien corresponda, según estipulen las autoridades.

Testimonios claves

Mientras los médicos del Van Buren comunicaban el parte médico, en el tribunal de Garantía de San Antonio tenía lugar la audiencia de formalización del padre del bebé, identificado como C.T., único imputado del caso, y respecto del cual el tribunal ordenó no divulgar el nombre ni el rostro.

Tras la exposición de los antecedentes, y a pesar de que el detenido niega haber atacado a su hijo, se resolvió que C.T. pasara a prisión preventiva por los 120 días que durará la investigación.

"El imputado fue formalizado por el delito de parricidio frustrado en contra de su hijo, un lactante de siete meses. Se pusieron los antecedentes a la magistrada Leticia Morales, y se pidió por su puesto prisión preventiva. Ella acogió los antecedentes, los encontró suficientes para establecer esa medida cautelar", explicó el fiscal jefe de San Antonio, Samuel Núñez.

En la audiencia, se expusieron testimonios claves que apuntan a la presunta responsabilidad del imputado.

"Los principales antecedentes para tener por establecido el delito fueron declaraciones de la madre del niño, que llega a su casa y lo encuentra con el rostro hinchado, morado, con sangre en su rostro; también siente un crujido en sus costillas. Lo llevó al Centro de Salud Familiar de El Quisco y luego al hospital Claudio Vicuña. También se contaba con declaraciones de una vecina que auxilió a la mamá del niño, y particularmente de médicos tratantes, que establecieron principalmente -yo creo que esto fue lo que convenció a la magistrada- que esas lesiones no son compatibles con caídas, que era aparentemente lo que el imputado, que estaba en estado de ebriedad, le dijo a la madre del niño cuando ella lo encontró en ese estado", comentó el fiscal.

A las afueras del tribunal, se registraron manifestaciones de un grupo de personas que expresaron su descontento con lo ocurrido, lanzando gritos y consignas por éste y otros hechos similares ocurridos en el último tiempo.

Cuando llegó el carro policial que transportaba al imputado, las manifestantes concentraron sus gritos a la patrulla, pero la protesta no pasó a mayores, sin registrarse altercados de mayor índole.

"yo a mi hijo lo amo"

Por su parte, el imputado niega que haya golpeado intencionalmente a su hijo y sigue sosteniendo que todo fue un accidente involuntario.

Cuando regresaba del tribunal, del brazo de dos carabineros que lo custodiaban, el hombre de 40 años aprovechó las cámaras de televisión que lo aguardaban para emitir su última defensa pública: "Yo a mi hijo lo amo. Me tropecé con él. Por curado me pasó. Dios sabe que es así", exclamó antes de ser ingresado a la parte trasera del furgón de Carabineros.