Acusado de abusar a menor quedó libre y con firma mensual
Las medidas cautelares no le gustaron a los familiares de la víctima y a la salida del Juzgado de Garantía de Viña lo golpearon y amenazaron. Un tío de la niña acosada fue detenido.
La formalización está fijada para las 11.00 de la mañana, pero por otras audiencias, comienza al mediodía. A la derecha de la sala número 2 del Juzgado de Garantía de Viña del Mar están sentados los cercanos a P.G.T.C., el hombre de 34 años acusado por el delito de abuso sexual y, a la izquierda, los familiares de la menor de 13 años que fue acosada por él a través del Messenger de Facebook.
La jueza María del Pilar Labarca está pendiente de cada movimiento en la sala y le concede la palabra a Karina Bogeaux, abogada defensora del imputado. Con la ley 19.733 en la mano ("Sobre libertades de opinión e información"), la jurídica le dice a la Magistrado que los periodistas "deben salvaguardar la presunción de inocencia de los acusados, mientras el tribunal competente no haya dictado sentencia". La jueza le dice que no, que la presunción de inocencia "es una norma que se le impone a los órganos del Estado".
"Detención ilegal"
El imputado se muestra nervioso y a ratos se voltea a mirar. Cuando ve a su padre, agacha la cabeza y se restriega los ojos. Aparentemente tiene algunos problemas físicos, los cuales se acentúan con su nerviosismo.
"Su Señoría, se ha infringido el artículo 130 del Código Procesal Penal, en relación a alguna situación de flagrancia, por lo que la detención fue ilegal", continúa la abogada Bogeaux. La jueza Labarca le pide una explicación a la fiscal Vivian Quiñones y tras oírla establece que la detención fue legal.
La defensora revisa sus papeles y ahora habla de amenazas. "No hubo un contacto sexual, por lo tanto, aquí existe una posibilidad de amenaza que se profirió por un medio electrónico hace varios días. Así que estamos fuera de los plazos legales porque han transcurrido más de 12 horas que es lo que exige el artículo 130", afirma. La jueza Labarca la mira fijamente y le responde: "Aquí sí hubo flagrancia".
El imputado, que previamente se presentó tres veces como deejay (la jueza no le entendía), balbucea unas palabras. Se mueve de un lado para otro y se toma la cabeza. Cuando le habla a su abogada, la Magistrado se enoja y le grita: "¡Quédese callado de una vez, hombre!".
Quedó libre
El acusado fue formalizado por el delito de abuso sexual. La Fiscalía no solicitó la prisión preventiva para el sujeto, quien quedó con las siguientes medidas cautelares durante los 90 días que dure la investigación: firma mensual, arraigo nacional y la prohibición de acercarse a la víctima por los 90 días en que dure la investigación. Rodrigo Rosales, tío de la víctima acosada, se pone de pie y exclama que es injusto. Golpea el vidrio y le advierte al imputado: "A la salida te la vas a ver". Otras mujeres, familiares de la menor, le gritan: "Ya sabemos donde viví, ¡te vamos a quemar la casa!".
A la salida del Juzgado, la familia de la menor espera impaciente. Unos obreros de la construcción les ofrecen ayuda con unos cables enrollados y les dicen: "Si es 'violeta', hay que darle". En tanto, el padre y otra familiar del acusado, le piden a los periodistas que se alejen.
Media hora después, el acusado sale escoltado de Carabineros por una reja y los familiares de la menor y obreros corren a increparlo. "Ahora andai' protegido, mono cul...", le dice Rodrigo Rosales. En eso, al imputado se le sale una zapatilla que lleva sin cordones.
Las mujeres en el grupo lo siguen hasta la entrada del Tribunal y le tiran un sándwich con una leche de frutilla. "¡Violador, violador!", le gritan. Rodrigo Rosales le pega en la cabeza y Carabineros lo agarra de los brazos. Cuando intenta subirse a una micro, lo detienen. "Llévenme no más", les dice y mira a una cámara de televisión: "Quiero que todo Chile sepa que un violador quedó libre, que un tipo que estuvo 10 días acosando a mi sobrina, va a acosar más menores".